sábado, 9 de julio de 2011

Las verdades de Miguel vierne 08jul11


Mi comentario de la semana

El mundo castrense. Una sorpresa: Chávez ratificará al Alto Militar. Aunque ha demostrado con creces que es imprevisible, esta vez no creo que vaya a dar marcha atrás a esta información para que no salga a la luz pública. Ciertamente, la intención presidencial es ratificar por un año a todo el Alto Mando Militar, incluido el ministro Carlos Mata Figueroa. ¿Por qué lo hace? Siempre recuerdo una frase del hoy gobernador de Bolívar (el general Francisco Rangel Gómez) repetida un día en su oficina cuando a la sazón era presidente de la CVG: “Nosotros los militares somos anticomunistas, no podemos dejar de serlo porque en esa línea nos educaron”.
Ilustrándola se refería al rechazo hacia Cuba, inoculado por el adoctrinamiento de la mayoría de los oficiales graduados durante la IV República. Tenía razón Rangel, quien además de ser para sus adentros un rabioso anticomunista, fue un militar protegido por los socialcristianos cuando los adecos y los copeyanos se repartían las distintas promociones del estamento militar. Sólo que tras ser reincorporado al proceso revolucionario después de su deserción del 11 de abril de 2002, Rangel decidió esperar y en ese aplazamiento optó por seguir probando las mieles de la revolución, las que hoy lo proyectan como un ex oficial de gustos refinados, de aquellos que se rindieron ante el discreto encanto de la burguesía (frase acuñada por Luis Buñuel como título de una de sus más polémicas producciones cinematográficas). Tomo a FRG como ejemplo porque se trata del prototipo de los militares que siendo anticomunistas sucumbieron a los premonitorios cañonazos mencionados por Doroteo Durango (Pancho Villa) a comienzos del siglo XX. Por cierto, en estos días lo vi declarar en VTV ante una combativa periodista en sus tiempos mozos, transfigurada hoy en una timorata entrevistadora. Rangel, opulento como nunca, antes hablaba del poder popular creyéndose la reencarnación de un bolchevique. Hago esta reflexión un poco extensa, tratando de encontrar el por qué Chávez ha decidido postergar la competencia del actual Alto Mando Militar. La IV República está tocando a su fin en cuanto a promociones militares se refiere; sin embargo, todavía queda el residuo de los egresados a finales de los 80, la mayoría educada en el anticomunismo. Se trata de oficiales que no ven en peligro sus intereses y prefieren sentirse como apoltronados burgueses en el esquema del discreto encanto que les dispensa la revolución (política por la supervivencia del propio proceso, alejando también la posibilidad de un enfrentamiento inútil). Los oficiales de la IV República que aún quedan en el seno de la FANB, prefirieron disfrutar de la prosperidad que le ha permitido la revolución a tener que levantarse en armas defendiendo un anticomunismo que ahora les resulta superfluo. Ellos van a La Habana a regañadientes, con la sonrisa forzada, pero se trata de una cuota muy similar al “Gracias Espíritu Santo por los favores recibidos”. No obstante, está como paradigmático el caso de los oficiales que el 4F se alzaron con Chávez. Un sinnúmero de ellos, provenientes de la periferia optaron por la vida militar buscando superar la pobreza. Ellos traían consigo el germen del descontento fusionado en las proclamas incendiarias que sólo podían encontrar en la prédica revolucionaria. Se trata de esos oficiales no ganados por el puntofijismo en los teatros de operaciones antiguerrilleras. Son esos mismos, con algunas excepciones, que han hecho posible la consigna de Patria Socialista o muerte en los cuarteles. Chávez está convencido de que el futuro y su propia permanencia como líder descansa sobre esos rezagos de la IV República y las promociones de los soldados de la revolución (los egresados a partir de 2005, que hoy apenas son tenientes y capitanes). Chávez está al tanto de que si hay descontentos esos son precisamente quienes nunca se interesaron por activar en el MBR-200. Muchos de ellos fueron sus alumnos. Entre otros están quienes por estos días de incertidumbre en cuanto a la conducción del liderazgo castrense, acariciaron la idea de aprovechar su ausencia para desplazarlo de Miraflores; sin embargo no contaron con la probable resistencia que le ofrecerían los dispuestos a preservar el mando revolucionario a toda costa. Chávez vino a apagar los fuegos. Sabe que todo es cuestión de tiempo y que los anticomunistas queman sus últimos cartuchos y que una vez pasados a retiro pierden el don de mando, si es que alguna vez lo tuvieron. En el manejo de la situación militar Chávez se parece mucho a Betancourt y Caldera; todos ellos, con Rómulo (detestado a más no poder por las promociones militares egresadas en el decenio de los 50) llevando la batuta, supieron amalgamar a las fuerzas armadas bajo su tutelaje. Aunque hoy, Chávez les lleva la ventaja que le da ser militar, pero por encima de todo, el saber utilizar esa condición y la de civil al mismo tiempo. Como el paciente Job, el llanero mueve sus piezas porque advierte que sus genuinos centauros están cerca. Hay quienes aguardan por una nueva versión de Juan Francisco Morales Bermúdez, el general peruano que alegando la mala situación de su país y el deterioro de la salud del socialista general Juan Velasco Alvarado, depuso su Gobierno el 29 de agosto de 1975. En verdad son bien parecidas las circunstancias entre ambos procesos, el venezolano y el peruano, pero Chávez no es un caído de la mata y aunque el culto a la personalidad que lo arropa (ese que le ha hecho sentirse inmortal) ha impedido promover nuevos liderazgos para sedimentar el proceso revolucionario, Chávez, a pesar de ello, tiene la virtud de oler el peligro; admite como válida una Venezuela sin su presencia como jefe del Estado y, a sabiendas de su condición física, ve real la posibilidad de no presentarse a la reelección. En ese marco, comprende y le da vigencia a la tesis maoísta del Poder nace del fusil. Sólo la FANB es garantía de la supervivencia del proceso revolucionario. ¿Qué es un año más cuando se trata de evitar un levantamiento innecesario que a la larga será derrotado? Ese alzamiento dejaría una cuota luctuosa imborrable, por eso es mejor detenerlo, al tiempo que evitaría abrirle el camino a una intervención extranjera. Chávez prefiere el papel de Gran timonel que le imponen las circunstancias históricas y no será inverosímil que lo haga sacrificando una reelección que cada vez resulta más cuesta arriba. El retorno incluye un cambio de equipo. No les voy a adelantar un escenario de renuncia porque ello implicaría el riesgo de ser declarado un hereje por la nueva inquisición criolla, esa donde convergen animadamente opositores y “revolucionarios”. Palabra de Dios, te alabamos Señor.



ÚLTIMA HORA. El cuadro clínico de Chávez es de pronósticos reservadísimos. Sólo un tratamiento estrictamente riguroso puede garantizarle evitar transitoriamente un problema mucho más severo del que lo aqueja. Antes de marcharse a Brasil ya había sido intervenido en Caracas donde por primera vez le detectaron las células nocivas. Se desconoce el motivo del por qué no se prendieron las alarmas. Se fue a Cuba aconsejado por Fidel Castro.


CORRELACIÓN I. Situación del chavismo. ¿Quiénes acompañarían a Chávez en cualquier circunstancia y quiénes no? Afectos y desafectos a Chávez en la dirección del PSUV. Afectos (Línea dura, a todo trance se mantendrán leales al jefe del partido): Son 14, a saber: Cilia Flores, Alí Rodríguez, Adán Chávez, Blanca Eekhout, Elías Jaua, Erika Farías, Fernando Soto Rojas, Héctor Navarro, Héctor Rodríguez, Luis Reyes Reyes, María León, Nicolás Maduro, Noelí Pocaterra y Rafael Ramírez. Desafectos (se pronuncia por el Chavismo sin Chávez): Son 8, a saber: Aristóbulo Istúriz, Francisco Arias Cárdenas, Freddy Bernal, María Cristina Iglesias, Ana Elisa Osorio, Vanessa Davies, Rodrigo Cabezas y Jacqueline Farías. NI-NI (Encarna la línea blanda del PSUV, sin una identificación precisa a ultranza, por ahora leal al jefe del Estado): Diosdado Cabello, Rafael Gil Barrios, Francisco Ameliach, Yelitza Santaella, Antonia Muñoz, Tarek El Aissami, Jorge Rodríguez, Darío Vivas, Carlos Escarrá y Ramón Rodríguez. Notas: Sólo tres de siete vicepresidencias regionales se contarían del lado de Chávez. En las Gobernaciones: Afectos: (5) Tarek William (Anzoátegui), Rafael Isea (Aragua), Adán Chávez (Barinas), Teodoro Bolívar (Cojedes) y Lizeta Hernández (Delta Amacuro). Desafectos: (6) Francisco Rangel (Bolívar), Marcos Díaz Orellana (Mérida), José Gregorio Briceño (Monagas), Enrique Maestre (Sucre), Hugo Cabezas (Trujillo) y Julio León Heredia (Yaracuy). NI-NI: (5) Ramón Carrizález (Apure), Stella Lugo (Falcón), Luis Gallardo (Guárico), Wilmar Castro Soteldo (Portuguesa) y Jorge García Carneiro (Vargas). Continúa la próxima edición con la correlación de fuerzas en el nivel regional.


IMPUDICIA. Sin el menor rubor, el diputado Robert Serra negó que un motorizado asesinado en Caracas durante el pasado asueto haya sido su escolta. “Mi equipo de seguridad está completo”, dijo muy orondo y hasta con cierto aire de arrogancia el parlamentario, enumerando que son 4 los funcionarios que lo escoltan. ¡Qué les parece! ¿Quién cancelará sus honorarios?, ¿el diputado Serra?, lo dudo. Y pensar que esta revolución se hizo para terminar con los abusos.


PIÑATA. A través de Simón Santeliz, un mil 800 millones de bolívares canceló al CNE Voluntad Popular (el partido de Leopoldo López) como costo de su proceso electoral interno. ¡Que siga la fiesta!


REVOLUCIONARIO. Antes de ser el presidente de la Federación Bolivariana de Agricultores y Ganaderos (coordinador del programa de importación de vaquillas brasileñas y uruguayas), el personaje era un dirigente agrario socialcristiano en Santa Bárbara de Barinas, humilde y sin riqueza conocida. Hoy posee un próspero latifundio en El Vigía, se desplaza en avión privado y se le conoce por su relación con altos mandos militares. Los ganaderos se quejan de los abusivos precios de las vaquillas (no sólo importadas con dólares de Cadivi, sino además, con ventajas arancelarias).


HONORARIOS. Dos abogados, uno ex constituyente y el otro ex juez, fueron contratados por un ex banquero venezolano residente en USA para que gestionaran su caso en Washington. Los mencionados cobraron 300 mil dólares por introducir un documento ante la CIDH, el cual fue rechazado por inconsistente. El ex banquero anda como plancha e’ chino.

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