jueves, 15 de septiembre de 2011

El chavismo a la oposición/Teodoro Petkoff 15sep11


Por: Teodoro Petkoff/TalCualDigital
Bien, ya el CNE fijó la fecha de vencimiento del gobierno de Hugo Chávez. Su cuarto de hora se acaba el 7 de octubre del año próximo.

Derrotar a Chávez ya luce política y matemáticamente posible, y lo será aún más mientras más nos acerquemos a la fecha de las elecciones. Lo decíamos ayer. El gobierno vive su peor hora y sus adversarios la mejor. Todo apunta hacia la derrota del oficialismo. Pero esto plantea un problema de la mayor envergadura, por el cual es necesario pasearse con mucha serenidad.
La alternativa democrática va a ganar unas elecciones, no un golpe de Estado, y por tanto aquéllas arrojarán un resultado democrático: tanto un nuevo gobierno como una nueva oposición. El chavismo no va a desaparecer sino que pasará a la oposición y desde luego deberá ser reconocido y respetado de manera muy distinta a como aquél lo ha hecho con sus actuales opositores. Pero esa nueva oposición contará, en principio y quién sabe por cuánto tiempo, con el control del Parlamento, del Poder Judicial, de la Fiscalía, la Contraloría, la Defensoría del Pueblo, el CNE y la FAN.Contará con un partido que, aun vencido, continuará siendo, individualmente, el más grande del país, todavía con un grado apreciable de respaldo popular y como colofón, con el liderazgo de Hugo Chávez, si es que la naturaleza no dispone otra cosa.
Bien, ya el CNE fijó la fecha de vencimiento del gobierno de Hugo Chávez. Su cuarto de hora se acaba el 7 de octubre del año próximo.
Derrotar a Chávez ya luce política y matemáticamente posible, y lo será aún más mientras más nos acerquemos a la fecha de las elecciones. Lo decíamos ayer. El gobierno vive su peor hora y sus adversarios la mejor. Todo apunta hacia la derrota del oficialismo. Pero esto plantea un problema de la mayor envergadura, por el cual es necesario pasearse con mucha serenidad.
La alternativa democrática va a ganar unas elecciones, no un golpe de Estado, y por tanto aquéllas arrojarán un resultado democrático: tanto un nuevo gobierno como una nueva oposición. El chavismo no va a desaparecer sino que pasará a la oposición y desde luego deberá ser reconocido y respetado de manera muy distinta a como aquél lo ha hecho con sus actuales opositores. Pero esa nueva oposición contará, en principio y quién sabe por cuánto tiempo, con el control del Parlamento, del Poder Judicial, de la Fiscalía, la Contraloría, la Defensoría del Pueblo, el CNE y la FAN.Contará con un partido que, aun vencido, continuará siendo, individualmente, el más grande del país, todavía con un grado apreciable de respaldo popular y como colofón, con el liderazgo de Hugo Chávez, si es que la naturaleza no dispone otra cosa.

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