martes, 27 de septiembre de 2011

Venezuela exige ante la ONU cese de bombardeos en Libia y admisión de Palestina


Durante su intervención en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, el canciller Nicolás Maduro leyó una carta enviada por el presidente Hugo Chávez, por medio de la cual exige "el cese inmediato de los bombardeos en el territorio libio y el respeto del derecho internacional"; y respalda la inclusión de Palestina en el organismo. 


"Lanzamos la siguiente pregunata ¿Por qué se le concede el escaño de Libia en la ONU al Consejo Nacional de Transición (CNT), gobierno que no existe en ese país, mientras se bloquea el ingreso de Palestina?", cuestionó el mandatario nacional en la carta enviada. 

Indicó que Venezuela, junto a los países que conforman la Alianza Bolivariana para los pueblo de América (Alba), abogó activamente por una solución pacífica en Libia, pero "a la postre se impuso la lógica bélica desde el seno de la ONU" y se puso en práctica un ataque por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

En el texto leído por el Canciller, el presidente Chávez expresó que el caso de Libia fue llevado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la base de una "campaña de mentiras" transmitidas por los medios de comunicación que advertían sobre ataques a inocentes en esa nación. 

Según el Gobierno de Venezuela, la idea es convertir a Libia en un "protectorado colonial". Criticó además el embargo de armas al régimen libio, cuando se permitió el ingreso de armas para los rebeldes. "El embargo pretendía evitar que el gobierno libio defendiera su soberanía", dijo. 

El Ejecutivo advirtió que el caso de Libia debe alertar sobre la intención de una nueva colonización, "justificada en base a mentiras".

Bloqueo a Cuba
En la carta, Chávez se refirió también al bloqueo en Cuba por parte de EEUU. "Sólo resta creer que tal ensañamiento (después de tantos años de bloqueo económico) es consecuencia de la soberbia imperial. 

El Gobierno de Venezuela expreso que llegó la hora de exigirle a EEUU el cese del bloqueo y la puesta en libertad de los cinco cubanos que se encuentran en ese país por ser "luchadores antiterroristas".

Revisión de la ONU
El canciller de la República expresó en la Asamblea Genral de la ONU que la voluntad de los poderosos se ha impuesto y que el organismo tal y como funciona hoy día sólo le sirve a sus intereses. "No hay tiempo para reformas. La ONU no acepta reforma alguna", acotó. 

Venezuela dijo asumir el compromiso de refundar la ONU o, de lo contrario, "esta organización perderá la poca legitimidad que le queda". Por ello, recomendó como primer y decisivo paso la eliminación del derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU; así como también la revisión a fondo de la Carta de Naciones Unidas y la redacción de una nueva. 

Indicó que el Consejo de Seguridad es una especie de "club de miembros privilegiados", por lo que exigió que se siga abusando por parte de los países fuertes. 

El Gobierno de Venezuela aseveró: "Tenemos un compromiso irrenunciable con la paz. No buscamos la paz de los cementerios, sino asentada en el más celoso respeto al derecho internacional".

La Asamblea General de la ONU finaliza este martes una semana de debates en Nueva York, donde el clamor por una democratización del organismo mundial se ha generalizado.

Desde la semana pasada han desfilado por la tribuna de la ONU dirigentes de 193 países para debatir sobre la actualidad internacional, con Palestina y la crisis global como asuntos estrella.

Carte del Presidente Chávez leída hoy en la ONU por el canciller Maduro

Caracas 26 de septiembre del año 2011

Señor presidente de la Asamblea General

Distinguidos representantes de los pueblos del mundo.

Señoras y señores…

Dirijo estas palabras a la Asamblea General de Naciones Unidas, a este gran foro donde se encuentran representados todos los pueblos de la tierra para expresar las verdades de la Venezuela Bolivariana, las verdades,y reafirmar nuestro compromiso irrenunciable con la justicia y la igualdad, esto es con la paz, la paz, la paz, la paz.

No buscamos la paz de los cementerios como decía Kant con ironía sino una paz asentada en el más celoso respeto al derecho internacional. Lamentablemente la ONU, a lo largo de toda su historia, en lugar de sumar y multiplicar esfuerzos por la paz entre las naciones ha terminado avalando algunas veces, por acción y otras por omisión, las más despiadadas injusticias.

Siempre hay que recordar que en el preámbulo de la Carta de Naciones Unidas se habla de salvar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, pura letra muerta. Desde 1945 para acá las guerras no han hecho sino crecer y multiplicarse inexorablemente, veamos una vez más hacia Libia destruida y ensangrentada por voluntad de los poderosos de este mundo.

Quiero hacer un llamado a la reflexión de los Gobiernos del mundo. Desde el 11 de septiembre del año 2001 comenzó una guerra imperialista que no tiene precedentes históricos, una guerra permanente a perpetuidad. Debemos mirar de frente la aterradora realidad del mundo en que vivimos, necesario es formular un conjunto de inquietudes a partir de los peligros y amenazas que nos asechan.

¿Por qué Estados Unidos es el único país que siembra el planeta con bases militares? ¿A qué le teme para tener tan escalofriante presupuesto destinado a aumentar cada vez más su poderío militar? ¿Por qué ha desencadenado tantas guerras llevando la soberanía de otras naciones que tienen los mismos derechos sobre sus destinos? ¿Cómo hacer valer el derecho internacional contra su insensata aspiración de hegemonizar militarmente al mundo en garantía de fuentes energéticas para sostener su modelo depredador y consumista? ¿Por qué la ONU no hace nada para detener a Washignton? Si respondiéramos con absoluta sinceridad a estas interrogantes comprenderíamos que el imperio se ha adjudicado el papel de juez del mundo, sin que nadie le haya otorgado tal responsabilidad y que por tanto la guerra imperialista nos amenaza a todos.

Washington sabe que el mundo multipolar es ya una realidad irreversible. Su estrategia consiste en detener a toda costa el ascenso sostenido de un conjunto de países emergentes negociando grandes intereses con sus socios y secuaces para darle a la multipolaridad el rumbo que el imperio quiera. Pero esto no es todo, se trata de una reconfiguración del mundo que se sustenta en la hegemonía militar yanqui.

La humanidad se está enfrentando a la amenaza cierta de la guerra permanente en cualquier escenario, y Libia lo demuestra: el imperio está dispuesto a crear las condiciones políticas para ir a la guerra. En la visión imperial del mundo se está invirtiendo el célebre axioma de clausewitz, la política es la continuación de la guerra por otros medios.

¿Qué hay en el trasfondo de este nuevo armagedón? El poder omnímodo de la cúpula militar financiera que está destruyendo al mundo para acumular cada vez más ganancias, la cúpula militar financiera que está subordinando de facto un conjunto de Estados. Téngase en cuenta que el modo de existir del capital financiero es la guerra, la guerra que arruina a los más y enriquece, hasta lo impensable, a unos pocos.

Globovisión

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