jueves, 20 de septiembre de 2012

El quiebre moral de las FAN/Rocío San Miguel 20sep12

Por: Rocío San Miguel/TalCual
Dos modelos estarán enfrentados el 7 de octubre próximo como opción de poder: 1) El continuismo en el quehacer político de estos últimos 60 años en el país, caracterizado por la corrupción, la ineficacia gubernamental y el populismo como ejes transversales de actuación. 2) La posibilidad de progreso para el país, colocando como acento la eficacia en la gestión pública, la descentralización y el fortalecimiento del Estado de Derecho.


Dos modelos claramente diferenciados: El del culto a la personalidad, donde el objetivo está centrado, como en el siglo XIX y buena parte del siglo XX en Venezuela, en mantener en el poder a un hombre al precio que sea, versus el modelo de la alternabilidad como genuina expresión de la democracia.

El modelo de la revolución, que necesita de la pobreza para existir, frente al del progreso que propone borrar las causas de la pobreza en el país.

La Fuerza Armada Nacional también se enfrentará a dos rutas el próximo 7 de octubre, plenamente identificadas y sobre la mesa: La del retorno al carril constitucional versus la del quiebre moral.

No puede ser de otra forma. En efecto, el paradigma de funcionamiento constitucional debe orientar a la Fuerza Armada Nacional a defender la integridad y soberanía nacional y no a sustentar y defender la Revolución. Debe significar la subordinación de la institución militar a la Ley y no al líder de un proyecto político.

El quiebre moral de la institución militar se viene alentando desde el poder abiertamente y ha quedado de manifiesto el 2 de febrero pasado, al exigir el Presidente de la Republica el funcionamiento de una “Fuerza Armada Nacional Chavista”, lema por cierto que solo dos generales activos hasta la fecha han tenido la desfachatez de pronunciar públicamente y a quienes un Ministerio Publico independiente, hace rato, hubiese procesado penalmente.

Dos elementos peligrosos serán el signo distintivo de una Venezuela rojo rojita si llegara a triunfar la opción de poder que encarna el Presidente Chávez el próximo 7 de octubre: La profundización de las raíces de la violencia estructural en el país y el quiebre moral definitivo de la institución militar, que pasará a estar al servicio de un hombre.

El primer signo claramente en movimiento al permitirse que otros órganos distintos a los cuatro componentes de la Fuerza Armada Nacional detenten armas de guerra, me refiero a la milicia y colectivos sociales armados, entre otros grupos que operan con aquiescencia del Estado en el territorio nacional como la guerrilla.

El otro: La institucionalización definitiva de los ascensos en base a la lealtad al proceso y líder de la revolución. El 7 de octubre el país decidirá un destino, que llevará implícito el punto de no retorno para la Fuerza Armada Nacional.

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