martes, 7 de septiembre de 2010

"Nos vacilaron durante 17 horas"

(FREDDY HENRÍQUEZ)
Los vecinos sacaron sus cacerolas para protestar por la falla eléctrica del domingo

MAYE ALBORNOZ |  EL UNIVERSAL
Reina Rodríguez , vecina de Palo Verde, tuvo que salir de emergencia el domingo a comprar hielo para poner los medicamentos de su mamá a una temperatura adecuada, la señora es paciente de transplante renal.

Richard Sandoval, de Lomas del Ávila, perdió el motor de su nevera con los vaivenes de energía y Betty Díaz, del barrio Unión, se acostó con el sonido de los disparos de los "gatillos alegres" que se alborotaron en la penumbra.

Si bien no hubo grandes secuelas con el apagón de este domingo, los recuerdos de la angustia y la rabia quedaron en la mente de muchos caraqueños y las cacerolas retumbaron de punta a punta. En los barrios y urbanizaciones de Petare se vivió el caos total con la explosión de la subestación eléctrica ubicada en la zona industrial de Palo Verde. La luz se fue a las 9 de la mañana y a los más afortunados les llegó a la medianoche, otros aguantaron 21 horas sin servicio eléctrico.

Es el caso de Yelitza Rodríguez, del barrio Carpintero, quien no tuvo energía hasta las 6 de la mañana de ayer. La comunidad protestó allí desde las 7 de la noche, y al mismo tiempo se oyeron cacerolazos en El Llanito, Palo Verde, Los Dos Caminos, El Marqués, La Urbina, Lomas del Ávila, Macaracuay y los barrios Unión, José Félix Ribas, El Tanque, Vista Hermosa, Mesuca, El Aguacatico y Los Cerritos de Petare.

Betty Díaz, coordinadora de zona del barrio Unión II, contó que ayer no hubo un tema de conversación distinto: "Todo el mundo está cansado del abuso. Nos tuvimos que encerrar porque esto quedó como una boca de lobo y hubo tiroteos. ¿No habían dicho que el Guri estaba lleno ya?, ¿quién nos da respuesta por esto?"

Marlene Gil, del consejo comunal de Lomas del Ávila, llamó a los números de atención al cliente de La Electricidad de Caracas, donde le dijeron varias veces que en la próxima media hora reestablecerían el servicio: "Nos vacilaron durante 17 horas", señala.

Ayer, cuando los vecinos fueron a buscar información en la recién incendiada subestación, les dijeron que las interrupciones podrían continuar durante dos d´ias más, mientras hacen los arreglos. Las comunidades de Palo Verde y Lomas del Ávila han evaluado protestar en las calles si los problemas persisten.

En zonas de El Hatillo estuvieron sin energía durante ocho horas continuas. El corte también afectó al servicio de emergencias de Polibaruta 171, aunque ayer el servicio volvió a la normalidad. Así ocurrió en la Línea 1 del Metro, que reestableció sus operaciones de Chacaíto a Propatria, donde se habían registrado retrasos.

Con información de Nancy Velasco

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