sábado, 10 de marzo de 2012

Expresidente de Brasil: "La gente no acepta un socialismo que no incluya libertad"

Los expresidentes de Brasil, España y Chile, Fernando Henrique Cardoso, Felipe González y Ricardo Lagos, respectivamente, son los invitados especiales de Banesco Banco Universal para la cuarta edición del evento “Palabras para Venezuela”; acto que iniciará este sábado a las 5:00pm.


Con la realización de este evento buscan un espacio para la reflexión de temas políticos, económicos y culturales, con la finalidad que estos personajes puedan aportar soluciones y propuestas a la sociedad venezolana.

Rueda de prensa previa

El español Felipe González se refirió al tema de los valores que deben rescatarse. Manifestó que el cultivo de la convivencia y el respeto a la opinión de los otros debe ser permanente. Recomendó impulsar el valor del trabajo y aseguró que la variable estratégica más importante debe ser el capital humano, porque sino no hay desarrollo sostenible en el tiempo.

Sobre la parte económica, habló de Europa y señaló que el "gran error" es que están tratando mal el problema de la deuda, "con una ceguera absoluta".

También destacó la "revolución tecnológica" que se ha presentado en el mundo árabe, pues a su juicio, "hay una revuelta de dignidad y ansias de libertad". "Estamos viviendo un cambio civilizatorio, la vida local nos tapa una realidad local que nos condiciona y nos desborda, pero el cambio va a ser irreversible", dijo.

Ricardo Lagos

Por su parte, el expresidente de Chile, Ricardo Lagos, inició su intervención deseándole pronta recuperación al jefe de Estado Hugo Chávez. Sobre el tema económico dijo que esta vez América Latina puede decir que es inocente de la crisis que se ha desatado y aseguró que latinoamérica emergerá de esta situación "como otra América Latina".

Dijo que con esto "empiezan a surgir nuevos sectores que demandan otras agendas". Resaltó que están en Venezuela para compartir experiencias y analizar cómo emerger de la crisis.

Fernando Henrique Cardoso

Cardoso fue más breve y manifestó suscribir lo que aportaron sus compañeros. Sin embargo, tocó el tema de las libertades y expresó: "La democracia es una forma de regular lo que se puede hacer. Quien comanda un régimen democrático son las leyes y no la gente".

Sobre el socialismo y la militarización

Los expresidentes fueron abordados sobre el tema del socialismo, el militarismo y la revancha por acciones del pasado. El primero en contestar fue el chileno Ricardo Lagos, quien manifestó que un Presidente debe tener claro que lo eligieron para administrar el país y ver hacia el futuro, no para hablar del pasado. "Hay que mirar el pasado sólo para saber cómo resolver los conflictos", acotó.

Destacó que buena parte de las protestas de hoy, "nacieron del sistema democrático que hemos construido".

Por su parte el brasilero, Henrique Fernando Cardoso, fue más duro al criticar la idea del militarismo como sistema de gobierno y aseguró que se trata de un mecanismo "anticuado". "No puede haber socialismo y militarismo, porque hay incompatibilidad total", dijo.

Cuestionó: "¿Quién puede pensar hoy día en militarismo como mecanismo de liberación?" Enfatizó que la cuña de la democracia y la libertad tiene que ser la ciudadanía.

"La gente no acepta un socialismo que no incluya libertad. Hay que estar más contemporáneo, no se puede ejercer un militarismo. Eso es cosa del pasado", reiteró Cardoso.

Por su parte, Felipe González dijo que "la esencia de la democracia es la aceptabilidad de la derrota"; sin embargo destacó que "nunca hay una igualdad absoluta en nada".

Sobre las relaciones de España con Venezuela expresó que espera que se den en el marco del respeto. Señaló que ninguno de los tres expresidentes quiere intervenir en los problemas internos del país.

También se refirió a la exclusión de Cuba de la Cumbre de las Américas y señaló que siempre es mejor el diálogo y la inclusión.

González informó que pidió una audiencia con el presidente Hugo Chávez; sin embargo, no podrá reunirse con él por la afección de salud del jefe de Estado que sigue en La Habana.
NDO/Globovisión

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