martes, 11 de octubre de 2011

El tren de Cúa no vendrá


Cúa estará sin tren durante un mes más. Los usuarios seguirán soportando las largas y calurosas esperas. Denuncian robos millonarios de cables coaxiales y cobre que deben importar de Japón para activar el servicio. Delincuentes capturados con la carga, un día después del choque, fueron liberados en horas.

HÉCTOR LANDAETA/TalCualDigital
Los habitantes de Cúa y consecuentes usuarios del tren Cúa-Charallave deberán esperar al menos un mes para que la importante línea ferroviaria entre en funcionamiento de nuevo.

Tras el accidente ocurrido el pasado 28 de septiembre que mantiene sometida a esa población de los Valles del Tuy a intensas colas día y noche, para abordar los habilitados transportes terrestres, hasta ahora el sistema sólo ha sido rehabilitado hasta Charallave Norte y desde ayer hasta Charallave Sur.

Resta, sin embargo, el tramo final Charallave-Cúa o Cúa-Charallave, que no entrará en funcionamiento al menos dentro de un mes, según informó un funcionario del Instituto Autónomo de Ferrocarriles del Estado (IAFE), quién está asignado ha una de las estaciones del tren y quien por razones obvias nos pidió mantener su nombre en resguardo.

¿Por qué tanto tiempo? 
En ese tramo se presentó una acción criminal con el robo de cables coaxiales y cables de cobre especiales de los canaletes, sin los cuales es imposible la comunicación interna y el funcionamiento en general del los trenes de esa ruta. Pero además hay algo que es más grave y es que estos cables deben importarse de Japón y por ello es incierta la posibilidad de una fecha cercana para que el tren pueda comenzar a rodar de nuevo. De hecho, a todos los funcionarios del tren se les reprogramó el cronograma de trabajo y la ruta en que estarán laborando durante un mes.

El funcionario comenta que ya se sabía que delincuentes violentaban las frágiles cercas de la estación de Cúa en las noches y sobre eso no se tomaron medidas.

Al chocar los trenes se revela la realidad y ya no se puede tapar la escasez crítica de cables y se decide parar la línea Cúa-Charallave. Pero lo que a mí más me molesta es que frente a un acto criminal que yo lo considero incluso terrorista las autoridades no hacen mayores cosas por castigar a los delincuentes.

¿Cómo es eso? 
No me lo va a creer, al día siguiente del choque se capturó a varias personas en una camioneta con un fuerte cargamento del material robado y los hicieron presos. Créamelo, a los dos días los delincuentes ya estaban en la calle. A punta de dinero pagaron su libertad y este acto criminal como muchos otros en el país ha quedado absolutamente impune y quienes pagan ahora son los usuarios que deben esperar por lo menos un mes para recobrar la normalidad en su transporte diario.

Ciertamente desde que se produjo el choque de trenes comenzó a correr la versión, entre otras, de que estaban robando cables en la línea del tren y, especialmente, en el tramo CúaCharallave, por ser esta una ruta que está virtualmente al aire libre con pocas estructuras de protección y presa fácil de la delincuencia para robar material valioso de la estructura férrea.

Y lo que más preocupa ahora a los pobladores de Cúa especialmente es el absoluto silencio del Gobierno en todos sus niveles sobre el proceso de reparación y restauración de la línea Cúa-Charallave. Pero más inquietante aún es el grado de impunidad que impera en ese caso y la corrupción de los funcionarios policiales y de justicia, quienes luego de tener enjaulados a los miembros de una probable banda criminal que atenta contra las instalaciones del Estado y del pueblo fundamentalmente, obtienen su libertad mediante los mecanismos deleznables de la corrupción.

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