sábado, 4 de agosto de 2012

El Ejército sirio bombardeó de nuevo Alepo

El ejército sirio bombardeó este sábado Alepo, capital económica de Siria, donde los rebeldes trataron sin éxito de controlar el edificio de la televisión estatal, al día siguiente de la resolución de Naciones Unidas denunciando la impotencia de la diplomacia para detener el conflicto.


Los rebeldes, atrincherados desde hace más de dos semanas en Alepo (a 355 kilómetros al norte de Damasco), cuyo control es crucial para el desenlace de este conflicto, se enfrentaban a una lluvia de fuego de la artillería y de la aviación siria, preludio de una gran batalla, según un alto responsable de seguridad.

Estos bombardeos, "los más intensos" que se han visto en Alepo, según militantes, comenzaron poco después de que la Asamblea General de la ONU adoptara el viernes por una gran mayoría una resolución no vinculante que lamenta la impotencia del Consejo de Seguridad en el conflicto en Siria, una crítica implícita a Moscú y Pekín que han bloqueado todos los proyectos de resolución para condenar al régimen de Bashar Al Asad.

Pekín rechazó las críticas y el embajador ruso en la ONU, Vitali Churkin, cuyo país es el mayor apoyo del régimen de Damasco junto a Irán y China, aseguró que la resolución es un "apoyo flagrante" a la oposición armada.

Ante el fracaso de la diplomacia que ha llevado al mediador de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, a dimitir, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó el conflicto de "guerra indirecta" entre países de la región que arman a los dos bandos.

"Reconozco que será difícil avanzar desde un punto de vista político", dijo Ban, aunque espera progresos en el "humanitario".

Combates en Alepo y Damasco

En el terreno, la violencia se recrudeció este sábado. La aviación y la artillería bombardeaban varios sectores en manos rebeldes, con particular intensidad en los barrios de Shaar y Sajur, en el este, y Salahedin y Seif al Dawla, en el oeste.

El bastión rebelde de Salahedin ha sido machacado por los "bombardeos más violentos desde el inicio de la batalla pero el ejército de Bashar (al Asad, presidente sirio) no logró avanzar", dijo a la AFP el coronel Abdel Jabar Oqaidi, jefe del comando militar del Ejército Libre Sirio (ASL, integrado por desertores y civiles armados).

Un responsable de seguridad de la región declaró que estos ataques no son más que el "inicio" de una gran batalla.

Al menos 20.000 militares han sido enviados como refuerzo a Alepo, según este responsable que también afirmó que los rebeldes hacen lo mismo.

Tras haberse hecho con el control en los últimos días de varias comisarías, los rebeldes lanzaron este sábado un asalto al edificio de la televisión y pusieron explosivos a su alrededor, antes de retirarse por los bombardeos de la aviación, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

La agencia oficial Sana aseguró que "los terroristas atacaron a civiles y al edificio pero los soldados lo defendieron".

En Damasco, la capital de Siria donde hay algunos bastiones rebeldes, los insurgentes del barrio de Tardamun (sur) seguían bajo el fuego del ejército, explicó el OSDH.

Según la agencia oficial, el ejército mató y detuvo a "gran número de terroristas" en este barrio.

Julio, el mes más sangriento del conflicto

El OSDH indicó por otra parte que un presentador de la televisión estatal, Mohamad Al Said, secuestrado a mediados de julio en su casa de Damasco, fue ejecutado por el grupúsculo islamista Al Nosra, que reivindicó su asesinato.

En Damasco, importante centro de peregrinación chiíta, "grupos armados terroristas secuestraron a 48 peregrinos iraníes que iban (en bus) al aeropuerto", según informó en cónsul iraní, Majid Kamjou.

La ONG dio a conocer un primer balance de 28 muertos, de ellos seis en la provincia de Damasco y 16 en Deir Ezor (este).

La mayor parte de la provincia de Deir Ezor, fronteriza con Irak, está en manos de los insurgentes. El 70% de los habitantes de la ciudad del mismo nombre se han ido, según el OSDH que recaba las informaciones con su red de militantes y testigos.

La Cruz Roja Internacional pidió a las partes en conflicto que respeten "plenamente" el derecho internacional humanitario tras un mes de julio que según el OSDH ha sido el más sangriento desde que empezó la revuelta en Siria, en marzo de 2011, que se ha cobrado la vida de más de 21.000 personas.
Cort. TalCualDigital

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