lunes, 20 de agosto de 2012

Administración cubana de puertos desangra a Venezuela

ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
El gobierno de Hugo Chávez cedió a Cuba engranajes claves en el sistema de distribución de alimentos de Venezuela, tras convertir a la isla en su agente de compra en el exterior y su administrador de puertos, concesiones que constituyen un fabuloso negocio para los hermanos Castro, pero que generan escasez y enormes pérdidas para el país sudamericano.


El gobernador del estado Carabobo, Henrique Salas Feo, dijo que gran parte de los problemas de escasez y encarecimiento del costo de la vida en Venezuela pueden ser atribuidos a la corrupción de allegados del gobierno y a la ineficiencia de los cubanos en administrar las instalaciones de Puerto Cabello.

“Puerto Cabello es la puerta de entrada de Venezuela, maneja el 80 por ciento de todo lo que entra o sale al país y desde que los cubanos tomaron el control, las cosas van de mal en peor, y eso está afectando el quehacer diario de los venezolanos” dijo Salas en una entrevista telefónica con El Nuevo Herald.

“La realidad económica de todos los venezolanos depende de que el puerto sea bien administrado porque los productos importados están llegando con enormes demoras, y eso genera escasez y eleva los costos y eso termina trasladándose al precio final del consumidor”, señaló.

Según estimaciones del gobernador, la mala gerencia y la corrupción en el puerto están provocando una demora de 30 días en los contenedores que ingresan al país, período que contrasta con las 72 horas que tomaba antes de que los cubanos asumieran el control.

La terminal portuaria cobra particular importancia debido al severo deterioro del aparato productivo venezolano provocado por las políticas gubernamentales, lo que ha acentuado la dependencia de las importaciones, dijo.

La situación -generada por las expropiaciones, el estricto control cambiario y el sistema de control de precios- está llevando a Venezuela a buscar en el exterior los productos básicos que consume.

Y el gobierno de Chávez también ha otorgado a empresas estatales cubanas las concesiones de adquirir productos en el exterior, situación que se presta para la corrupción.

“Ellos [los cubanos] controlan todo lo que entra y sale. Nosotros estamos trayendo de Nicaragua carne. Pero muchas veces ese contenedor no viene de Nicaragua, sino que hay una triangulación, donde una empresa de alimentos cubana compra la carne a un determinado precio y luego vende la carne a Venezuela con un sobreprecio”, explicó.

El gobernador dijo que no hay razones prácticas para que Venezuela le haya otorgado a Cuba el negocio de comprar sus alimentos en el exterior. “Están desangrando al país”, sostuvo.

Puerto Cabello pasó a manos cubanas en el 2009 luego de que Chávez le quitó al gobierno regional la administración de las instalaciones portuarias para entregársela a Puertos del Alba, una compañía que pertenece en un 51 por ciento al Estado venezolano y en un 49 por ciento al régimen castrista.

Salas dijo que la medida fue aplicada luego de que la gobernación de Carabobo pasó a manos de la oposición, en una decisión que poco tenía que ver con el deseo de centralizar las operaciones portuarias, como argumentó el gobierno.

Lo que se buscaba, era “cuidar los enormes negociados que el gobernador anterior de Carabobo”, afiliado al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, había montado en las instalaciones, declaró.

Pero la transferencia de la administración lo que hizo fue multiplicar la corrupción dentro del puerto, además de crear nuevas oportunidades de negocio para el gobierno de Raúl Castro.

El resultado final es que ahora los contenedores se demoran en ingresar al país por un lado debido al incapaz manejo cubano y por el otro por la existencia de corruptelas internas que generan las demoras en despachar la mercancía porque les permite incrementar los montos que le facturan al Estado.

“Un puerto está conformado por una cantidad de patios y éstos fueron entregados a amigotes de ministros, a almirantes y a generales”, señaló.

Los dueños de los patios, que son grandes estacionamientos de contenedores, cobran al gobierno venezolano una cantidad importante de dinero por cada día que se demora en salir un contenedor en esas áreas, explicó el gobernador.

“Entonces tenemos estas mafias, los dueños de los patios en Puerto Cabello, a los que que les interesa que los patios estén repletos de contenedores y salgan lo más lento posible. De esa manera desvalijan a PDVSA, cobrándole los días que tiene cada contenedor en los patios”, sostuvo.

“Les interesa que los puertos no sean eficientes porque ganan por la ineficiencia del puerto. Es decir, que la ineficiencia y la corrupción están haciendo que la economía venezolana no vaya a la velocidad con que tiene que ir”, agregó.

Las declaraciones del gobernador coinciden con un informe de la firma privada de inteligencia Stratfor filtrado por WikiLeaks que describe cómo la sistemática destrucción del aparato productivo venezolano para remplazarlo por un modelo basado en la importación de productos, está creando una espiral de corrupción cuyos integrantes conspiran para acentuar los problemas de escasez en el país a fin de obtener mayores contratos.

El informe develó que funcionarios del gobierno involucrados en la importación de alimentos acaparan los productos para justificar nuevas transacciones y atribuyó parcialmente las inmensas pérdidas con alimentos podridos en los puertos venezolanos, que posteriormente fueron conocidos como el escándalo de PDVAL, a la práctica de los funcionarios corruptos de no sacar al mercado los productos adquiridos en el exterior con el fin de seguir manteniéndose en el negocio.

“Tenemos los almacenes repletos de alimentos pudriéndose y de equipos inservibles de generación eléctrica”, indicó el informe de Stratfor escrito a mediados del 2010.

Según el gobernador, eso podría estar pasando nuevamente y señaló que al momento de la entrevista, había 31 buques en alta mar que tienen más de un mes esperando sólo para descargar en el país, 14 de ellos con cargamentos de maíz amarillo y harina de maíz, productos básicos en la dieta de los venezolanos.

También había buques con azúcar, arroz y soya.

“Hay ahí 188,000 toneladas de alimentos que se van a perder si no se descargan rápidamente. Pero también hay cabillas, hay un buque que trae cabillas a Venezuela desde Jamaica, y tampoco lo descargan, lo que es un problema para la construcción en el país porque en Venezuela hay escasez de cabillas”, señaló.

El Nuevom Herald

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