jueves, 4 de febrero de 2010

Hombre clave para la embestida final/VenEconomía 04feb10


Por: VenEconomía 04feb10
Tal parece que Hugo Chávez está moviendo sus fichas para hacer una embestida frontal y terminar de instaurar el despotismo comunista en Venezuela.

Este martes dos de febrero, en el marco del acto conmemorativo de los 11 años del mandato de Hugo Chávez, anunció que había arribado al país Ramiro Valdés, el ministro de Informática y las Comunicaciones, y presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de Cuba. Supuestamente Valdés viene dirigiendo una Comisión Técnica cubana que viene a enfrentar la crisis eléctrica que afecta a Venezuela.
Impresiona a muchos analistas el descaro y el cinismo de este anuncio presidencial, por las graves secuelas que originará la traída del tercer hombre fuerte de Cuba a territorio venezolano.
En su currículo se observa que Valdés poco, o nada, sabe sobre otra materia que no sea la materia represiva, la de persecución y la de espionaje de cualquier tipo, a la que ha sometido a la disidencia política en la oprimida isla de Cuba. Valdés ha ocupado varias veces el Ministerio del Interior, especialmente en las épocas cuando las cárceles cubanas estaban repletas de presos políticos. Además, ha ejercido en diversas ocasiones como Jefe de las tres secciones del Ejército cubano. Y, según estudiosos de la dictadura de Fidel Castro, es la ficha usada por el dictador para las purgas del aparato revolucionario. Desde 2006, es Ministro de la Informática y las Comunicaciones, donde ha aplicado sus conocimientos sobre represión, considerándosele hoy el principal artífice de la censura de Internet en Cuba.
Cabe la pregunta ¿Qué tarea le han asignado Fidel Castro y Hugo Chávez a Ramiro Valdés en Venezuela?
Algunos analistas sostienen que con esta jugada el binomio Castro/Chávez elevan los decibeles de la represión y persecución política en Venezuela, a niveles impensables por los demócratas venezolanos.
¿Por qué está acelerando Chávez en estos momentos el aparato represor? Hay dos hipótesis.
Una dice que es porque se siente amenazado, débil, frente al hambre, el desempleo, la inflación galopante, la delincuencia, la ingente corrupción y la grave crisis de electricidad que el mismo ha propiciado y que amenaza con el naufragio al proceso revolucionario. Su estrategia sería doblegar a fuerza de terror las protestas de la población. Esta arma se aplicaría a la disidencia como no se ha hecho nunca en el país, ni siquiera en tiempos de las dictaduras de Juan Vicente Gómez o Pérez Jiménez.
Otra hipótesis sería: Que percibe a la oposición débil y dividida, y además se siente tan fuerte que considera que es ahora o nunca el momento propicio para instaurar de una vez por todas la dictadura comunista. Quienes plantean esta hipótesis, argumentan que la débil respuesta de las fuerzas vivas y de la opinión pública para rechazar la presencia de Valdés en Venezuela, le estaría dando la razón al mandatario.

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