domingo, 29 de agosto de 2010

El peligro puede estar en tu hogar

Por: Daniela Di Segni, 
Algunas mujeres son tranquilas y puntillosas y hacen las cosas con cuidado. Otras somos de hacer todo corriendo, por lo general varias cosas a la vez, y repetimos el esquema infinitas veces ya sea cuando nos bañamos, limpiamos, cocinamos, planchamos o usamos artefactos domésticos.

Somos las que terminamos patinando porque no esperamos que el piso se secara, con quemaduras por no buscar las agarraderas o porque apoyamos los brazos en la puerta del horno, con ampollas porque nos salpicó el aceite de la sartén, con algún cortecito porque se nos escapó el cuchillo con el que estábamos rebanando las manzanas. O se nos cae algo y se rompe porque quisimos llevar demasiadas cosas en un solo viaje. La suerte o el destino nos protegen de desastres peores.
Es gracioso que seamos las mismas que les decimos a los niños todo el tiempo: "¡Cuidado con la estufa!" "¡Cuidado con el cuchillo!" Somos las que cuando tenemos que hacer las cosas bien nos olvidamos de todas nuestras propias  recomendaciones.
Estudiar y evitar accidentes se ha transformado con el tiempo en una ciencia llamada  accidentología, cuyos investigadores deben tener bastante trabajo para luchar con mujeres atropelladas como nosotras.
Para no deprimir a los accidentólogos y para que nosotras no caminemos por el mundo con los dedos vendados ( suframos accidentes peores) nos viene bien repasar algunas medidas domésticas, muy elementales y casi obvias, que hay que respetar para vivir más seguras.  Tengamos presente que el mayor porcentaje de accidentes ocurre, nada menos, en el hogar.
Medidas de seguridad
*Abrir siempre  del todo la puerta del horno (justamente, para no quemarse los brazos).
*Usar cuchillos afilados y cortar siempre en dirección opuesta a las manos o el cuerpo (para no andar con los dedos vendados).
*No colocar productos de limpieza cerca de alimentos o en envases que puedan confundirse  (para no intoxicarse o, en el mejor de los casos, arruinar un plato).
*No conectar electrodomésticos que no estén en buenas condiciones, no mojarlos, no tocarlos con las manos mojadas (para evitar descargas muy peligrosas).
*Secar enseguida el agua, aceite u otros líquidos que caigan en el piso (para no resbalar y caer).
*Revisar siempre que el fuego y la electricidad queden apagados al finalizar las tareas (para no tener que volver a controlar cuando acabamos de salir y para evitar posibles riesgos).
*No echar alimentos mojados o muy fríos en aceite caliente (para que no salpiquen y quemen).
*No intentar mover recipientes calientes sin agarraderas o guantes (para no quemarse y para no soltarlos si queman).
*No dejar trapos o  repasadores cerca de las hornallas (por el peligro de que se inicie un fuego).
*No llenar demasiado las ollas para evitar que rebasen y apaguen el fuego (esto es más común de  lo que parece).
*Colocar los mangos  de las sartenes siempre hacia atrás (para no llevarlas por delante y volcarlas).
*Atar el pelo largo (para que no arriesgue tomar fuego y para que no caiga en la comida).
*No alejarse de la cocina cuando hay comida en el fuego (para no tener que tirar la comida y las ollas muy quemadas e imposibles de recuperar).
*Controlar el vencimiento de los productos frescos (pueden intoxicar o arruinar platos)
*No subir a banquitos inestables o sillas flojas, menos aún estando solas en la casa (como para no caer y romperse los huesos sin posibilidad de ayuda).
*Poner mucho cuidado al subir o bajar escaleras llevando bandejas o bultos que obstruyan la visión (para evitar accidentes muy graves).
*Llevar el teléfono inalámbrico al estar sola en la casa por si surge una emergencia.
*No dejar jamás a los niños pequeños solos en el baño o la cocina. (Esto, de tan obvio, no requiere explicación.)
Tomada de: http://espanol.mujer.yahoo.com/blog/Daniela-Di-Segni/Precauciones-elementalmente-obvias-58.html

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