Centro penitenciario Rodeo | AVN
Por: Ivan Ignacio Mayorca/El Nacional
Ayer se escaparon otros dos presos de Rodeo I. Francisco Ruiz Estanga, alias "Yoifre", fue trasladado ayer en la mañana a El Dorado, informó su esposa
En la requisa efectuada por la Guardia Nacional en las instalaciones de Rodeo II, no se ha encontrado hasta el momento ninguna de las armas que tenían los presos, con las que supuestamente dispararon e impidieron durante 27 días la entrada de las autoridades. Sólo consiguieron una granada.
Ayer a la 1:00 pm los militares llevaron a cabo el estallido controlado de ese artefacto en los patios de la cárcel. La búsqueda continúa, pues las informaciones previas indicaban que los líderes de los reclusos disponían de armamento de alto poder. Esto fue reconocido en tribunales por Luis Aranguren, quien fue director del penal hasta junio, cuando lo imputaron por tráfico de armas y drogas.
La versión sobre la existencia de armas de guerra en manos de los presos también fue sostenida por el Ministro de Relaciones Interiores, Tareck el Aissami. Ayer afirmó, durante una comparecencia en Venezolana de Televisión, que la respuesta armada de los reclusos de Rodeo II ocasionó "una situación compleja y crítica por tres semanas", que obligó a la GN reconsiderar su estrategia en la intervención.
Los militares incluso filtraron a los medios oficialistas que los reos de Rodeo II poseían una ametralladora calibre .50, arma que es considerada en la FAN como de uso colectivo, que debe ser llevada por dos personas, mínimo. La ametralladora no ha aparecido.
¿Dónde está Yoifre? Desde que se produjo la entrega de los reclusos, el paradero de Francisco Ruiz Estanga, alias "Yoifre", es una incógnita para sus familiares.
Su esposa, Tilsia Henríquez, señaló que el miércoles en la tarde el diputado Diosdado Cabello informó que el hombre fue llevado a la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en Guatire para interrogarlo sobre el posible paradero del principal líder de los presos, Yorvis Valentín López, alias "Oriente".
Sin embargo, en esa institución negaron que Ruiz hubiese estado allí. Le dieron la misma respuesta en las sedes de la policía política del Helicoide y Plaza Venezuela.
Al final del día, Henríquez volvió a Rodeo porque le habían señalado que su cónyuge podía estar entre los 68 presos trasladados en helicóptero. Los grupos fueron llevados a El Dorado y la Mínima de Tocuyito.
La mujer habló con Ruiz por última vez el martes en la noche. El principal lugarteniente de "Oriente" le dijo palabras tranquilizadoras y le pidió que cuidara de sus dos hijos.
"Cuando lo ví en televisión estaba delgado, pero no tenía ningún rasguño. Ahora no lo encuentro. Es posible que esta mañana (ayer) se lo hayan llevado a escondidas", indicó.
Sin lista certera. La angustia de Henríquez era similar a la de más de 400 personas que se aglomeraron en el barrio Las Brisas para conocer el paradero de sus familiares, que como Ruiz estaban en Rodeo II.
El Gobierno divulgó ayer listados parciales de las personas que quedaban en el centro penitenciario, luego de los traslados efectuados desde el martes en la noche. Este manejo de la información a cuentagotas ocasionó enfrentamientos entre los portavoces y las personas que decían representar.
En la puerta de Rodeo II, el mayor (GN) Jesús Casanova informó a los familiares que quedaban 762 reclusos. A la 1:30 pm señaló que no existía una "lista certera" de las personas que fueron llevadas a otros centros penitenciarios.
Posteriormente, una empleada del Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia les informó que los reos fueron trasladados a Tocuyito, en el estado Carabobo y El Dorado, en Bolívar.
Carmen Hernández afirmó que esa situación es "una burla" y que la ausencia de información cierta sobre los traslados "pone a los familiares en un corre-corre".
Nuevo embarque. Ayer fue otro día de espera infructuosa para los familiares de los presos de Rodeo I.
Más de 300 personas se aglomeraron en las puertas del penal con la intención de ver a sus familiares. Yanitza Brito comentó que fue convocada por un funcionario del Ministerio Público -que la llamó a su teléfono el lunes- para anunciarle que podría ver a su hijo nuevamente, después de la crisis que comenzó el 12 de junio por un enfrentamiento entre reos.
Ella quería decirle que su papá, José Antonio Volcanes, murió el 9 de julio. Pero cuando llegó ayer en la mañana se dio cuenta que la Guardia Nacional no había recibido la orden del Ministerio de Relaciones Interiores para permitir las visitas.
Nadie les dio razones sobre esta decisión. Sin embargo, ella permaneció en las inmediaciones de la instalación.
"Queremos saber de nuestros familiares, queremos verlos.
Los tienen allí como indigentes", manifestó.
Los empleados de la Dirección de Servicios Penitenciarios recibieron las bolsas con alimentos, artículos cosméticos y medicinas. Yaris García, por ejemplo, les entregó un antibiótico y un calmante para que se lo dieran a su hijo, que tiene una herida por arma de fuego en la cabeza.
Una bala militar. Familiares de José Margarito Nava acudirán al Ministerio Público para denunciar que el hombre recibió un disparo en la cabeza cuando estaba en su vivienda, en el barrio Las Brisas de Rodeo, y que está en estado de gravedad.
Nava, de 57 años de edad, permanece inconsciente en el hospital Domingo Luciani de El Llanito desde el martes en la noche. Una sobrina, Ana Álvarez, manifestó que le mostró el proyectil ensangrentado a los efectivos de la GN destacados en Rodeo, y ellos reconocieron que provino de un fusil de uso militar.
"Ellos saben que fueron ellos los que hirieron a mi tío", indicó.
Informó que los médicos se han negado a intervenir a Nava, porque antes deben realizar una resonancia magnética y una placa de rayos x, y ninguna de esas pruebas se hacen en ese hospital, y que los militares se negaron a colaborar para trasladarlos a una clínica.
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