jueves, 14 de julio de 2011

Negrito en peligro/Simón Boccanegra 14jul11


Por primera vez en la historia Venezuela importa café. Viene de Nicaragua, en uno de esos malos negocios para el país, pero bueno para algunos vivos, que hace la administración de Chacumbele, y lo peor es que por los vientos que soplan las importaciones tendrán que aumentar


Por: Simón BoccanegraTalCualDigital
No se trata de un afrodescendiente de los que quieren "defender" en la Asamblea Nacional con una ley que seguramente nadie cumplirá, como ocurre con buena parte de las leyes en este país. Aunque sí vino de África. Llegó a Venezuela en 1730, según dicen los historiadores y desde esa fecha y gracias al trabajo de miles de venezolanos se transformó en riqueza y, en algunos momentos, fue la principal fuente de ingresos para el país.

En su devenir ha soportado lo que la naturaleza le ha puesto en el camino, así como plagas y políticas públicas erradas. Hace pocos años, la "revolución" lo declaró cultivo bandera, anunciaron que le destinarían varios millones de bolívares para incrementar su cultivo, que hasta los chinos podrían degustar un negrito con café venezolano, pero, como buen plan de Esteban, todo se derrumbó.

Por primera vez en la historia Venezuela importa café. Viene de Nicaragua, en uno de esos malos negocios para el país, pero bueno para algunos vivos, que hace la administración de Chacumbele, y lo peor es que por los vientos que soplan las importaciones tendrán que aumentar.

Según el presidente de los pequeños y medianos industriales del café, Nelson Moreno, sus representados apenas consiguen el grano de los agricultores venezolanos, quienes prefieren enviar el fruto de su trabajo más allá de la frontera, hasta el hermano país, pues allí el precio del quintal es de 800 bolívares, 130 bolos más que lo fijado por la administración de Esteban.

Así como se "fuga" la gasolina, también lo hace el café: por los caminos verdes, supuestamente vigilados por los verdes, que seguramente se quedan con parte de los verdes. Por el aroma yo lo sé...

No hay comentarios:

Publicar un comentario