lunes, 18 de marzo de 2013

El heredero y la deuda

Nicolás Maduro afirmó que se debe atacar la inseguridad. Afirmó estar orgulloso de no haber mandado al pueblo a buscar "venganza" cuando se anunció la muerte del líder. Según dijo, EEUU financia campaña de Capriles pero lo quiere matar. El imperio atenta contra su inversión

No es que suene demasiado coherente, pero según el presidente encargado y candidato Nicolás Maduro, el Pentágono, la CIA, el imperio norteamericano, a la par de supuestamente financiar la campaña presidencial de Henrique Capriles, también desarrolla planes para asesinar al abanderado opositor.

Maduro repitió ayer de nuevo que tienen información “de muy buena fuente” de los planes de atentado con el cual se buscaría “llenar de odio a los venezolanos y lograr por esta vía lo que no han logrado por la electoral”, es decir derrotar al oficialismo en carrera por Miraflores.

Lo que no dijo el aspirante del PSUV es cómo un candidato opositor muerto y una sociedad llena de odio pudieran, básicamente, tumbar el gobierno que él encabeza desde la casa de Misia Jacinta.

Durante una entrevista con José Vicente Rangel, el presidente encargado hizo un llamado al mandatario estadounidense Barack Obama denunciando a Roger Noriega y Otto Reich, mientras aseguró que mantenerse como Jefe de Estado sería “la garantía de paz en Venezuela” frente a una oposición que “nunca ha abandonado el camino del golpismo, ellos van nadando las aguas infectadas de sus proyectos.

Después del 14 de abril todos los carcamanes y dinosaurios de la MUD tienen que renunciar e irse para sus casas.

Nosotros aspiramos que surja una nueva generación de políticos de la oposición que acepten la democracia, abandonen los caminos del golpismo y se unan al debate político”.

Esa aspiración también la tenía Hugo Chávez y a pesar de que el sector del país que lo adversó cambió de liderazgos, de discursos, y hasta de métodos, el mandatario murió sin reconocerlo.

El “hijo de Chávez”, como se autocalificó el Presidente (E) en su cuenta Twitter lanzada ayer, alabó que al conocerse la muerte de “su padre” su respuesta no haya sido convocar a los oficialistas a las calles a cobrar venganza, “porque no habría quedado polvo sobre polvo”. No dijo cómo se venga en las calles los efectos de un cáncer y de complicaciones médicas.

Reiteró que desea resolver el problema de la inseguridad, la principal deuda dejada por el gobierno de Hugo Chávez, del cual él ha formado parte durante 14 años, y dijo que ahora sí “ha llegado la hora que de la mano con la Gran Misión a Toda Vida Venezuela hagamos el desarrollo de un plan contra la criminalidad y la violencia y contra los valores que las generan”.

OTRO ACTO

De acto oficial en acto oficial, casi todos relacionados con la memoria del fallecido Chávez, Nicolás avanza en su precampaña. El sábado encabezó un encuentro para homenajear a las misiones creadas por su antecesor, y ayer hizo lo propio con la Guardia de Honor presidencial.

Allí entregó una réplica de la espada de El Libertador al comandante del cuerpo castrense, José Ornella (quien dijo que Chávez murió de un infarto), como reconocimiento “por haber vencido en la misión sagrada de proteger a nuestro comandante Chávez durante 14 años”.
Fuente: TalCualDigital

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