viernes, 15 de marzo de 2013

El humor según Aquiles/Laureano Márquez viernes 15mar13

Por: Laureano Márquez/TalCual
No sé por qué, esta semana, de tanto dar vueltas en la cabeza buscando un tema para escribir, me vino a la mente Aquiles Nazoa y sus ideas sobre el papel que desempeña el humor. Seguramente fue porque el mes próximo se cumplen 93 años de su nacimiento. En el libro que Aquiles Nazoa dedica al análisis de la obra de Leoncio Martínez (Genial e ingenioso. La obra literaria y gráfica del gran artista caraqueño Leoncio Martínez en una selección de Aquiles Nazoa ), nos ofrece algunas pistas interesantes:


El humorista es un ser de actitud subversiva frente al mundo. Le desagrada lo que ve, y de manera particular la injusticia. Para tomar partido y fijar su posición solo cuenta con el humor, como instrumento no violento que le permite criticar sin odiar.
 El humorista indaga qué hay detrás de las cosas. Trata de descubrir los mecanismos ocultos que las mueven, para ver qué hay de salvable en ellas. El humorista cree en el hombre, quisiera cambiarlo, pero lo acepta tal cual es. Sus fallas le son familiares.
Hay pues una actitud analítica en el humor: La descomposición de un hecho o una cosa en sus partes para entenderla. Es por esto que el humor requiere siempre de información, del manejo de ciertos datos y del conocimiento de la realidad a la que alude. El humor viene a ser el descubrimiento sorpresivo de que las cosas no son como se pensaba qué eran, porque de alguna manera corre el velo y muestra lo que hay detrás.

Para Aquiles el humorismo no se limita al chiste, en el que interviene también el elemento sorpresa. El chiste se agota en sí mismo y se necesita otro chiste. El humor va más allá del chiste porque procura el pensamiento analítico y sus consecuencias perduran en el tiempo. Creo que la mejor definición del humorismo es la que nos brinda Aquiles: “el humor es una manera de hacer pensar sin que el que piensa se dé cuenta de que está pensando”.

De Aquiles Nazoa compartimos con los lectores unos versos poco conocidos que reafirman esa creencia de Aquiles de que el humor perdura y nos pone a pensar:

Verbos irregulares

Estos son unos verbos que, a paso de tortuga,
Yo conjugoTú conjugas
Él conjuga…

Como sin garantía todo el mundo se inhibe,
yo no escribo,
tú no escribes,
él no escribe.

Sino mil tonterías que, de modo evidente,
yo no siento,
tú no sientes,
él no siente.

Pues de escribir las cosas que uno tiene en el seso,
yo voy preso,
tú vas preso,
él va preso.

O, rumbo al frío Norte, París o Gran Bretaña,
yo me extraño,
tú te extrañas,
él se extraña.

Y por eso, temiendo que nos cojan la falla,
yo me callo,
tú te callas,
él se calla.

Moraleja: Por la ley de chivato, que es una ley eterna,
yo gobierno,
tú gobiernas,
él gobierna.

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