lunes, 29 de abril de 2013

CNE: Las trampas salen/ Editorial Tal Cual lunes 29abr13

Por: Fernano Rodríguez/TalCual
Como era de esperarse, la mayoría del CNE evitó el camino de la decencia y la búsqueda de la verdad y bloqueó la solicitud de reconteo del candidato Capriles, la posibilidad de escudriñar los cuadernos de votación donde deben esconderse quién sabe qué cantidad de monstruos electorales.


Así es como se obedece servilmente.  Como también era de esperarse, Capriles rechazó la pantomima y optó por impugnar las elecciones ante el Tribunal Supremo.  Esto tiene, sin duda, implicaciones notables para el inmediato futuro político nacional.  Como es de esperarse, si seguimos en las mismas aguas, la Sala Electoral, en muchos meses, hará más o menos lo mismo.  Y si algún milagro, algún pajarito atrabilario, lo impidiese, queda la intervención de la Sala Constitucional bajo las garras de la señora Morales que, como se sabe, son implacables.

Se irá entonces a las instancias internacionales a las cuales este régimen soberanísimo jamás les ha parado y no las quiere ni de visita.  De manera que ningún resultado concreto cabe esperar de tan afanosos empeños.  Pero nada de esto será en vano.  Ha sido una gallarda batalla moral que viene poniendo al descubierto y ha combatido frontalmente no sólo las triquiñuelas contables en votos de esta última elección, y las precedentes, sino también todos los abusos y ventajismos comiciales, flagrantes y reiterados, que hemos padecido tres lustros y que han pasado con la mayor impunidad jurídica y moral, desde listas de Tascón hasta uso de la violencia y el amedrentamiento, pasado por el peculado de uso más descarado o las reformas legales ad hoc.

Ya nada será igual en ese dominio vital para la democracia y en otros también, en los que se sabe ahora, más clara y concretamente, que podemos y debemos luchar por nuestros derechos.  Y en el plano internacional una espesa sombra, que se suma a muchas otras, pesará sobre este gobierno desarticulado, tramposo y tambaleante.

Es posible también que esta postergación del diferendo baje la temperatura del clima de violencia que hemos vivido estos meses.  Que el gobierno aplaque los niveles de histeria y miedo que lo ha llevado a inventar golpes de Estado, insólitos y mendaces acusaciones, persecuciones y vejaciones a los que osan disentir, desvaríos y contradicciones.  A lo mejor se quedan un poco aislados los gorilas innatos, como Carreño o Cabello, para sólo citar dos.  Y, en consecuencia, esta torva solución, posibilite los acuerdos mínimos por los cuales el país clama para no hundirse en la avasallante crisis económica y social que se cierne sobre él, además de darles algún sosiego a ciudadanos ahítos de odio y de agresiones.  Son las carambolas a que suele jugar la historia, la astucia de la razón que dicen algunos.  No hay mal que por bien no venga, a veces.

Quizás debamos concentrarnos ahora en otros objetivos más inmediatos tendientes a sacar al país de la locura económica que durante tanto tiempo nos ha llegado a este abismo; las expropiaciones piratas de Chávez, el trueque y los gallineros verticales incluidos.  Y a la conciencia de que la democracia no es una competencia que se gana con órdenes militares, arrestos autocráticos o impunes marramucias, sino con debates leales y respeto a las leyes e instituciones.  Devolverle la moralidad pública al país, como ha dicho acertadamente Capriles, objetivo que está más allá de elecciones y otras circunstancias, que es quehacer permanente para los que apostamos por la civilidad.

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