miércoles, 3 de febrero de 2010

México 7 - Venezuela 2 -Rivera, Caastilla y Teilón: ¡PODER MEXICANO!

GERMÁN AUGUSTO CARTAYA / MERIADIANO
Margarita (Enviados especiales).- Hace cuatro años el derecho Pablo Ortega enfrentó a Leones del Caracas en la Serie del Caribe que se efectuó en el eje Maracay-Valencia.
Fue una noche que nunca olvidará. Aquella vez, jugaba con su equipo original, Venados de Mazatlán, y recibió en total nueve carreras (seis limpias) en 6.2 innings y los melenudos destrozaron el pitcheo mexicano, para arrasar con pizarra de 17x1.Nadie se acordó ayer en el Estadio Nueva Esparta de esta ciudad, que había un jugador sediento, con ganas de cobrar venganza. Ortega apeló a su repertorio de veterano, y sacó de paso a la toletería rival en la primera mitad del partido, suficiente que necesitó su club para plantar una diferencia sólida en el marcador.

Naranjeros de Hermosillo dio el primer aviso en la edición 52 de la Serie del Caribe, al vencer al campeón venezolano con pizarra de 7x2. Los “manitos” no titubearon, fueron efectivos en todos los aspectos del juego y capitalizaron cada oportunidad que le concedió su contrario.

No es el arranque que esperaba la afición venezolana, sobretodo porque el calendario, el local lo confecciona para ir de menos a más, y ahora la derrota obliga al equipo a no resbalar más en el resto de la serie, para tener opciones claras de titularse sin un juego adicional.

Pablo Ortega soportó cinco entradas, con siete imparables y permitió dos carreras limpias, para ver consumada su revancha, casi un lustro más tarde. Además, estuvo ayudado por una defensiva eficaz, y por extrabases que ampliaron la diferencia en el momento justo.

Caracas tuvo la oportunidad de acercarse, pero sólo eso, nunca tuvo el control del partido. El monarca mexicano estuvo solvente en todas sus filas, el bullpen respondió cuando se le exigió y castigó cuando debía hacerlo.

Un equipo que cede de esa forma, sólo tiene que mejorar y cambiar radicalmente esta noche. Ayer hubo poco que rescatar.

Comienzo terrible

El partido tuvo un mal inicio para el Caracas. Nadie sabrá hasta qué punto incidió en el resultado, la decisión de anunciar la noche anterior a Guillermo Moscoso como el lanzador del día inaugural, cuando siempre se pensó que José Ortegano recibiría la oportunidad de abrir. En todo caso, el derecho tampoco recibió apoyo de la defensiva.

El error de Gregorio Petit a la defensiva en el primer inning, provocó que los melenudos estuviesen todo el tiempo en desventaja. Era un rodado cómodo que liquidaría las acciones y estamparía el “cero”, pero de inmediato siguió el triple del panameño Rubén Rivera que empujó las primeras dos anotaciones. 

Para colmo, la primera decisión importante en la serie del coach de tercera Matt Quatraro fue desafortunada. En el cierre de la segunda entrada, mandó a la goma a Jesús Guzmán tras un doblete de Oscar Salazar, y lo liquidaron sin problemas, pues la defensiva mexicana se portó a la altura.

Pero no fue la única acción para lamentar, porque justo un tramo después, el capítulo se repitió, ahora con Gregorio Petit inmolado luego del incogible de Erold Andrus. Dos ataques que hubiesen no sólo igualado la pizarra, sino probablemente encender un rally productivo. Como el beisbol castiga a quien juega mal, Hermosillo volvió a producir cuando le dieron una rendija. Lo peor, todo sucedió después de dos outs.

Moscoso parecía trabajar sin inconvenientes el cuarto acto, y en un instante fue explotado con infieldhit de Carlos Gastelum y par de tubeyes en fila de Chris Roberson y Nelson Teilón. Se acabó la gasolina. El refuerzo del Magallanes Eric Junge vino al auxilio (no lanzaba desde el 18 de enero), y lo saludó el experimentado Vinicio Castilla con tablazo de dos bases.

Las tribunas se notaban desalentadas, y la frustración se escuchó más cuando llegó otro rolling al campocorto que prometía cerrar el tramo (bateado de nuevo por García), pero fue Guzmán en esta ocasión quien no pudo tomar la bola, y Castilla llegó a casa con la sexta en la registradora.

Reacción caraquista

Leones despertó a los asistentes. Trató de hacer lo mismo de la temporada venezolana: reaccionar y voltear. En el cuarto inning le sonaron tres sencillos en fila a Ortega que rompieron el blanqueo, siendo el del “Cachi” Salazar el cohete impulsor.

Y en el cierre del sexto parecía que venía la arremetida. El séptimo cohete de la noche contra el abridor mexicano lo mandó a las duchas, y boleto a Maldonado más error del camarero Gastelum llenaron las almohadillas.

Allí llegó el turno del partido. De nuevo el “Cachi”, llevaba de 2-2, con cuenta nivelada (también 2-2), y se embarcó con un pitcheo alto para el segundo out. Jackson Melián sí tuvo la paciencia necesaria ante el relevista Francisco Félix y negoció un boleto que se tradujo en la segunda carrera. Pero hasta ahí. Luego Petit fue dominado con rolata al camarero que acabó con las esperanzas.

Viejitos al poder

Tanto que le costó al conjunto de Dave Hudgens fabricar par de anotaciones, y Hermosillo recobró la diferencia de inmediato con vuelacerca solitario inmenso que conectó el veteranísimo Vinny Castilla.

Que nadie se olvide que conectó hasta 320 cuadrangulares en Grandes Ligas. Aún con sus 43 años de edad, esta temporada fue capaz de remolcar 27 carreras en 30 encuentros de ronda eliminatoria. Ése fue el recibimiento para el segundo apagafuegos magallanero de la velada, Yoel Hernández. 

Cuando el relevista Francisco Félix sacó el séptimo tramo del Caracas sin problemas, el estadio comenzó a vaciarse, y los que se quedaron sólo esperaron el desenlace inevitable. La frase trillada volvió a repetirse: El beisbol siempre da revancha. Cuatro años después, el abridor Pablo Ortega se sacó de encima aquel 17x1, y dio la primera campanada de la serie.

Pablo Ortega
1-0

Era el abridor número uno de los Venados de Mazatlán, y con solidez demostró por qué va a cargar con el mayor peso en la rotación de Hermosillo en esta Serie del Caribe. No es falso que pudo haberle beneficiado la inactividad que tuvo el Caracas durante tres días. Pero la delegación mexicana venía de un largo viaje desde su país, y Ortega fue parte de él, luego de lanzar el quinto juego de la serie final. Gran labor.

¡A despertar!

Lo que comienza mal, termina mal. Los errores provocaron tres carreras sucias en los primeros cuatro innings, la mitad de lo que fabricó Hermosillo en la primera mitad del encuentro. Moscoso hubiese tenido una apertura más larga si lo hubiesen ayudado sus compañeros, de eso no cabe duda.

Tampoco tuvo éxito la alineación caraquista. Los refuerzos Erold Andrus, Michael Ryan y Oscar Salazar conectaron cinco de los siete incogibles que sonó Leones. En otras palabras, deben despertar los jugadores que se alzaron con la corona en la temporada venezolana. Son ésos los que llevaron a Caracas al sitial de honor, y si ellos no aparecen, es imposible que algún refuerzo levante el equipo entero. Leones ya se levantó de situaciones similares. El detalle es que aquí hay menos tiempo. 


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