lunes, 13 de septiembre de 2010

La Miss Universo mexicana, Ximena Navarrete, llegó a su tierra natal, donde no la esperaban ni mariachis

La Miss Universo mexicana, Ximena Navarrete, llegó a su tierra natal, donde no la esperaban ni mariachis, ni fans ni flores

Tres semanas de convertirse en la segunda Miss Universo mexicana, Ximena Navarrete aterrizó en su país, donde le espera una agenda que incluye una reunión con el presidente Felipe Calderón, actos públicos en torno al Bicentenario de Independencia, cenas y actividades caritativas.

A su llegada al aeropuerto internacional Navarrete se mostró feliz de regresar a su tierra y dijo que espera involucrarse en actos que ayuden a levantar consciencia sobre los niños con VIH.

Además señaló estar comprometida a llevar un mensaje positivo sobre su país, en momentos en que la violencia arrecia y ha obligado al gobierno a prometer ajustes en su estrategia contra el crimen organizado.

“Estoy muy contenta, feliz ya en mi tierra, con mi gente. Ya nada más quiero decirles gracias y ¡viva Mexico!… He tenido días muy ajetreados, no he dormido mucho, pero estoy muy contenta”, señaló la beldad a su arribo, ante decenas de camarógrafos, fotógrafos y periodistas que la esperaron en medio de gritos sin organización alguna.

“Mi vida ha dado un giro de 360 grados”, señaló.

La nueva reina de belleza dijo desconocer si Lupita Jones, su antecesora y dueña de la franquicia que elige a las representantes mexicanas a los concursos de este tipo, finalmente se retirará de su labor como había anticipado.

“Yo no sé nada de eso”, dijo riéndose.

Se trató de un recibimiento sumamente frío. Sin admiradores, pancartas, mariachis o flores. Sólo algunos curiosos al verla rodeada por las cámaras se asomaron por cualquier rendija que dejaban los periodistas para tratar de ver de quién se trataba y aún así muchos no la reconocieron y preguntaban quién era.

Vestida con una blusa beige, el cabello suelto sin corona ni cinta que la identificara como Miss Universo, no perdió la sonrisa entre los empujones y gritos.

En medio de su atropellado movimiento para marcharse del lugar, alguien atisbó a preguntarle si más adelante se veía como actriz o presentadora de televisión, a lo que contestó que le parecía “que no sería muy buena”.

Navarrete tenía previsto reunirse el mismo lunes con Calderón. El martes visitará programas de radio y televisión y por la noche tendrá una cena de gala. El miércoles, día del Bicentenario, ofrecerá una rueda de prensa para luego conmemorar el grito de Independencia en el Zócalo capitalino como invitada especial del presidente.

Y el jueves, según una portavoz de Nuestra Belleza México que pidió anonimato por no estar autorizada a dar detalles, iría a un albergue para niñas sin hogar, antes de pasar unos días con su familia en el estado de Jalisco.

El 25 de septiembre entregará su corona de Miss México en la ceremonia oficial para elegir a su sucesora en el estado norteño de Coahuila.
Cort. TalCualDigital

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