jueves, 20 de mayo de 2010

Las verdades de Miguel jueves 20may10



Mi comentario de la semana
Aunque usted no lo crea. Después de las elecciones del 26 S el proceso político venezolano entrará en una fase de radicalización. Gane o pierda las elecciones parlamentarias, el PSUV correrá la misma suerte del MBR-200 y MVR. En esta ocasión, ya definida la necesidad de un partido de masas o de cuadros, para profundizar los cambios enmarcados en la versión del socialismo siglo XXI, el PSUV se fusionará al Partido Comunista de Venezuela y adoptará sus siglas. Hoy son muy pocos los voceros del PSUV que se atreven a definirlo como una organización marxista-leninista; por ahora, tan sólo Chávez aplaude la idea de inclinarse por un partido de cuadros etiquetándolo de una buena vez, por eso preferiría al PCV como el verdadero partido del Gobierno, por las siglas y su contenido doctrinario. Muy a pesar de las distintas tendencias que militan en su seno, el PCV ha sido cuidadoso en mantener la disciplina. Hace un poco más de 4 décadas, en un proceso político similar en cuanto expectativas, en Cuba, los dirigentes comunistas Blas Roca y Aníbal Escalante decidieron subordinar el PCC al Movimiento 26 de Julio. Acá, cuando Chávez solicitó que su alianza de partidos se fusionara en uno solo, tanto el PCV como el PPT decidieron mantener sus estructuras, aunque permitieron que varios de sus militantes pasaran a engrosar las filas del PSUV sin someterlos a sanciones disciplinarias. Chávez se alejó del PPT, no así del PCV. Entre los rojos sólo Jerónimo Carrera (recalcitrante miembro de la ortodoxia comunista del antiguo PCUS, de la extinta URSS) se opuso a la propuesta de Chávez sin que el PCV lo haya pasado al tribunal disciplinario por desconocer la línea del partido. Con todo y eso, sigue siendo el PCV la organización sobre la que se apoyará Chávez a la hora de contar con un partido de cuadros (aceptando el esquema leninista del partido para la revolución). Es muy probable que se multipliquen las escisiones en el PCV, aun así, tan pronto se convierta en el único partido de Gobierno y Chávez se defina como marxista leninista, es poco probable que los descontentos corran la suerte de Aníbal Escalante y sus correligionarios en Cuba. La historia registra que después de 10 años del triunfo revolucionario, en La Habana, una purga en el PCC conllevó a enjuiciar a una buena parte de los comunistas que habían acompañado a Fidel hasta ese momento. En aquel entonces Escalante, un connotado partidario del dogma soviético, opuesto a la línea de la lucha armada, fue calificado de contrarrevolucionario y agente de la CIA, de conspirar contra Fidel Castro y Ernesto Guevara. Igual suerte corrieron los comunistas que consideraron como muy particular la manera de gobernar de Fidel. Eso no ocurrirá con el PCV, al menos por ahora. Pero, anótenlo, el PCV será el partido de Gobierno, algo que ni sus dirigentes fundamentales llegaron a soñar en su dilatada militancia de 79 años.

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