viernes, 21 de mayo de 2010

Castro discute con la Iglesia situación de presos políticos en Cuba

Por JUAN O. TAMAYO/jtamayo@elnuevoherald.com

El cardenal cubano Jaime Ortega dijo el jueves que la Iglesia Católica y el gobierno están discutiendo "seriamente'' la libertad de los presos políticos pero agregó que no podía hablar sobre los detalles.

"No puedo adelantar conclusiones acerca de fechas ni actuaciones concretas con respecto a los presos. Que el tema se está tratando seriamente, sí lo puedo decir'', dijo Ortega en una conferencia de prensa en La Habana.
Ortega hizo los comentarios un día después de que se reunió con el gobernante Raúl Castro y en medio de la especulaciones de que podrían ser liberados dentro de poco por lo menos algunos de los 26 presos políticos que, según se informó, tienen problemas de salud.
El cardenal describió la reunión como "distinta y novedosa, en el sentido muy positivo," y agregó que se habló de resolver "viejos agravios'' y de un "alivio general de la situación de los presos y esto con amplitud, incluyendo no sólo los enfermos, aunque los enfermos en primer lugar''.
"Con respecto a los enfermos, lo esperamos'', dijo Ortega.
Cuba mantiene unos 200 prisioneros políticos.
Las mesuradas declaraciones de Ortega contrastan con los comentarios más optimistas que también hizo el jueves el arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García, presidente de la Conferencia Episcopal, y quien también asistió a la reunión de cuatro horas con Castro.
"Ese tema se tocó y creo que de ambas partes hay disposición, deseos de que se resuelva y esperamos que eso sea así. Creo que será así'', reveló García a la agencia de noticias AFP. "Creo que será un proceso y ese proceso tiene que comenzar con pequeños pasos y esos pasos se darán''.
Los dos periódicos nacionales de Cuba le dieron una cobertura insólita a la reunión, publicando fotografías de Ortega y Castro en sus primeras páginas. La última vez que los líderes de la Iglesia se reunieron con un gobernante cubano fue hace cinco años, cuando estaba en el poder Fidel Castro.
En La Habana, Elizardo Sánchez, activista de los derechos humanos, se mantuvo escéptico y dijo: "No oculto mi desconfianza y mi escepticismo ante las acciones de un gobierno que lleva décadas emitiendo falsas señales. Este gobierno no tiene ninguna credibilidad''.
El 4 de abril Raúl Castro declaró que no cedería a ningún "chantaje'' implícito en la huelga de hambre del periodista disidente Guillermo Fariñas, que exige la liberación de los 26 prisioneros políticos enfermos.
Sin embargo, desde entonces su gobierno ha tomado un tono ligeramente más suave, y le ha dado a Fariñas alimentos a través de sueros intravenosos. También ha ordenado el retiro de las turbas que hostigaban a las Damas de Blanco en sus marchas dominicales y la semana pasada liberó a Dania Virgen García, periodista independiente sentenciada a 18 meses de cárcel después de una pelea con su hija.
Ortega medió con el gobierno el permiso que permitió a las Damas de Blanco --familiares de 75 disidentes encarcelados en una batida en contra de los disidentes en el 2003-- resumir sus marchas el 2 de mayo, luego de varias semanas en las que fueron violentamente hostigadas por turbas organizadas por el gobierno.
Fidel Castro liberó a unos 300 presos políticos y comunes poco después de la visita del Papa Juan Pablo II en 1998. El gobierno, oficialmente ateo hasta principios de los años 90, había cerrado escuelas religiosas y expulsado o encarcelado a cientos de sacerdotes durante las décadas anteriores.
Desde la visita del Papa, la Iglesia ha aumentado sus actividades, y recientemente criticó el caos económico del país, condenó la muerte del preso político Orlando Zapata tras una huelga de hambre para protestar por las condiciones de las cárceles y advirtió que podría ocurrir un "colapso'' económico a menos que el gobierno lleva a cabo reformas de importancia.
La reunión de Ortega con Castro tuvo lugar un mes antes de que el cardenal Dominique Mamberti, secretario de Estado del Vaticano, visite Cuba para una serie de seminarios sobre el papel social de la Iglesia cubana.
Laura Pollán, portavoz de las Damas de Blanco, dijo que esperaba que la Iglesia pudiera hablar directamente con el gobierno sobre los problemas, en especial la situación de los derechos humanos y los presos políticos.
Sin embargo, Pollán señaló que el gobierno le dijo a Ortega que, a fin de que las negociaciones progresaran, las Damas de Blanco debían distanciarse de las Damas de Apoyo, un grupo de mujeres que no tienen familiares en las prisiones pero se visten de blanco y marchan con las demás los domingos.
Funcionarios del gobierno han dicho que las Damas de Apoyo "distorsionan'' la causa de las Damas de Blanco, pero Pollán ha insistido en que el grupo no rechazará a las otras mujeres.
La presión del gobierno ha causado una fricción dentro de las Damas de Blanco, y algunas han dicho que distanciarse un poco de las otras mujeres es un precio pequeño a pagar para que avancen las negociaciones con el gobierno.
Mientras tanto, Fariñas, periodista independiente de 48 años, que se ha negado a comer y a beber por su cuenta durante 86 días, le dijo a la prensa el jueves que dos representantes de la Iglesia que lo visitaron esta semana le dijeron que la misma estaba ‘‘luchando'' para la liberación de los prisioneros políticos.
"La situación es que estamos de acuerdo tanto ellos, los monseñores, y, según ellos, las autoridades y yo, en que los 26 deben salir para la calle'', dijo Fariñas a los reporteros en la ciudad de Santa Clara, donde vive. "El problema es el plazo en que salen, cuándo y cómo''.
Fariñas identificó a los visitantes como Ramón Suárez Porcari, canciller del arzobispado de La Habana, y José Félix Pérez Riera, subsecretario de la Conferencia Episcopal.
En Miami, Ninoska Pérez-Castellón, miembro del Consejo por la Libertad de Cuba, dijo que de concretarse la liberación sería un avance satisfactorio aunque subrayó que lo que Cuba necesita es poner fin al régimen de los hermanos Castro.
"En Cuba se ha encarcelado a hombres y mujeres sin razón. En 51 años hemos visto muchas liberaciones de presos pero la realidad es que al otro día vuelven a llenar las cárceles'', observó.
Agregó que las autoridades cubanas deberían liberar principalmente a presos de conciencia cuyo estado de salud es delicado.
"A la larga, y si van a liberar gente, bienvenida sea la gestión. Lo que es lamentable es que se pretenda hacernos creer que el régimen está cambiando porque se liberan a presos políticos'', señaló Pérez-Castellón.
Tomás Bilbao, director ejecutivo del Cuba Study Group (CSG), con sede en Washington, D.C., dijo que las informaciones que llegan de Cuba son interesantes pues darían a entender que el gobierno permite que la Iglesia Católica juegue un papel de intermediario.
"Sería positivo, esperemos que sean todos y que el gobierno de Estados Unidos estimule más gestos de parte de Cuba, respondiendo también con gestos positivos'', dijo Bilbao. El reportero de El Nuevo Herald Juan Carlos Chávez contribuyó a esta nota, que también incluye información de los servicios de cables.

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