sábado, 23 de junio de 2012

Este domingo se celebra la fiesta de San Juan Bautista en medio del día más largo del año

Año tras año las comunidades de las diversas parroquias caraqueñas se organizan para expresar a punta de bailes, cantos y muchos tambores su devoción y respeto a la figura de San Juan Bautista, la cual cada 24 de junio celebra su festividad en medio del día más largo del año, conocido por ser el comienzo del solsticio de verano.


La costa venezolana de Aragua, Miranda, Vargas y parte de Carabobo vibran con las celebraciones que históricamente han estado ligadas a la cultura afrodescendiente del país; sin embargo, la tradición popular oriunda de estas regiones ha arribado hasta Caracas con la intención de encender las fiestas en todos los rincones de la capital.

En ese sentido, el director del grupo folclórico Tambor y gloria, Iván Lira, explica que las celebraciones no han variado con el paso de los años, pues afirma que la idea primordial de la devoción a San Juan es precisamente mantener la esencia de lo que significa la imagen del santo en los pueblos costeros del país.

Cuando reflexiona sobre la llegada del culto a las comunidades capitalinas destaca la importancia que ha tenido el legado generacional que han mantenido las familias oriundas de la costa, las cuales han inculcado su pasión y querencia natal a sus descendientes.

En ese contexto profundiza sobre el arraigo que el culto tiene en su barrio natal El Guarataro, de la parroquia San Juan, en Caracas, lugar que describe como el semillero de la devoción citadina, en parte impulsada por las tradiciones que llevó su familia oriunda de la costa de Cata (Aragua).

"En los años 30 al barrio llegaron los miembros de la familia Lira, Díaz, Pacheco con todas sus manifestaciones, costumbres, tambores y cantos. Poco a poco nos enseñaron en el barrio todas las costumbres de lo que es el Niño Jesús, la parranda navideña y San Juan Bautista. Me atrevo a decir que nuestra parroquia fue la primera que hizo el culto San Juan aquí en Caracas", expresó.

Posteriormente, ya en la década de los 70, Lira cuenta que la festividad, que empezó siendo una actividad familiar, fue estableciéndose en otros sectores como La Vega, San Agustín, 23 de Enero, San Pedro, La Pastora, Lomas de Urdaneta, donde celebran San Juan el segundo domingo de julio.

La tradición que se mantiene fiel a sus orígenes, solo varía en las ejecuciones de los cantos, bailes y repique de tambores que celebran en las diferentes parroquias de Caracas.

Lira agrega que en La Vega suenan los tambores de Naiguatá, mientras que en la parroquia San Juan repican los tambores cumacos, caracterizados por ser más largos que los comunes y en Lomas de Urdaneta (Catia) se despliegan los tambores culo 'e puya, procedentes de Guatire.

"Hay nuevas generaciones que están sumándose a toda esta manifestación. Nosotros desde Tambor y gloria somos los encargados de inculcarle estos valores a los muchachos de la comunidad de El Guarataro para que se mantenga nuestra cultura popular".

En los pueblos costeros del país las festividades son impulsadas por las llamadas cofradías, asociaciones o agrupaciones de fieles o devotos, empero, en Caracas los responsables de la realización de las fiestas son los miembros de las comunidades, quienes se organizan para realizar todos los rituales propios del culto.

En la celebración que arranca desde el 1º de junio en la llamada antesala, repique o entrada de mes, los devotos realizan el velorio de San Juan visitando la casa que acoge desde el año anterior. Posteriormente arranca el repique de tambores frente al lugar, mientras los grupos le cantan a San Juan.

Lira añade que en las semanas siguientes al velorio se mantienen los repiques hasta el día de la víspera que empieza el 23 de junio. "La gente amanece festejando. Llega San Juan en medio de un sangueo, que es la procesión con tambores. El santo es puesto en un altar con flores, adornado con velas, y allí se le cantan piezas alegóricas en gratitud por las promesas cumplidas".

La celebración de San Juan también es celebrada en países europeos como España, Dinamarca, Noruega, Suecia, mientras que en Latinoamérica es celebrado por en Paraguay, Bolivia, Chile, Perú y Venezuela.

Dentro del culto el santo puede ser vestido por diferentes prendas confeccionadas por sus devotos como agradecimiento a los favores recibidos, también es merecedor de ofrendas como dinero, cadenas, diplomas, medallas, entre otras.

En Caracas las fiestas toman espacios públicos como plazas, avenidas y calles, donde agrupaciones con raíces afrovenezolanas exhiben sus expresiones populares.

La devoción al santo por parte de los venezolanos se dio con llegada de los españoles, quienes impusieron las creencias religiosas católicas en los espacios colonizados; posteriormente, los esclavos africanos que fueron traídos al país le agregaron sus tambores tradicionales para así darle el sabor y la melodía que hoy se conoce como el culto a San Juan Bautista.

Cuenta la leyenda que si San Juan lo tiene, San Juan te lo da.

Por más de 30 años el Grupo Folclórico Tambor y Gloria dirigido por Iván lira ha impulsado mediante la enseñanza de cultura popular la difusión y rescate de los valores históricos tradicionales de Venezuela.

Globovisión/AVN

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