miércoles, 5 de febrero de 2014

El golpe bueno

El golpe del 4F ­y como ocurriría luego con la otra intentona del 27N­ les está debiendo explicaciones a esta generación que aplaude a Maduro cuando repite el acto de prestidigitación de su mentor: el de abrir la chequera y regalar dinero a borbollón, con puestos de trabajo ficticios que nadie sabe cuánto durarán

ELIZABETH ARAUJO/TalCualDigital
Mientras retumbaban ayer los cohetones y Maduro vendía su versión hollywoodense del 4F como día en que "la juventud bolivariana se rebeló contra la dominación imperial", Jenny ponía flores, con el hermano y la mamá, a la tumba del padre, asesinado justo en la madrugada aciaga en la que a Hugo Chávez se le ocurrió salvar a la patria de la inseguridad, la mentira y la corrupción.

Vayamos por partes. Jenny C. es alumna de Comunicación Social, cuya tesis de grado consiste en describir, a través del género reportaje, lo que sucedió el 4 de febrero de 1992. No tanto porque su papá, un sencillo comerciante portugués de Catia, haya muerto por una bala de fusil que le atravesó el cuello, sino porque todavía le impresiona escuchar a jóvenes de su edad describir el 4F como fecha memorable, similar al 5 de Julio de 1810.

El caso de su padre, válgame Dios, claro que debe de estar involucrado en esa pretensión de Jenny por aclarar esta fecha. Apenas tenía 2 años en la circunstancia fatal de su padre trasladándose de La Candelaria a su negocio en Catia esa madrugada, por la avenida Urdaneta.

El señor quedó atrapado por la cerrada plomazón que se desató en las inmediaciones del Palacio de Miraflores.

¿De dónde provino la bala asesina? Jenny y su familia nunca lo supieron. Ahora nunca lo sabrán. Pero su empeño en que los chavistas de su edad tengan una versión diferente del 4F le ha llevado a desatar varios nudos de la trágica epopeya, con protagonistas que hoy son parlamentarios, ministros y hasta generales socialistas y quienes, en su opinión, deberían ser juzgados como criminales por una corte internacional.

El golpe del 4F ­y como ocurriría luego con la otra intentona del 27N­ les está debiendo explicaciones a esta generación que aplaude a Maduro cuando repite el acto de prestidigitación de su mentor: el de abrir la chequera y regalar dinero a borbollón, con puestos de trabajo ficticios que nadie sabe cuánto durarán.

Alguien tendrá que informarles, por ejemplo las atrocidades de los militares que derribaron gobiernos democráticos en Chile, Uruguay o Argentina, y de cómo estos oficiales "bolivarianos" orquestaron en los cuarteles la conspiración y llevaron bajo engaño a centenares de soldados que, muy tarde, comprenderían que habían sido arrastrados a una aventura violenta.

Si alguien no se los ha dicho, conviene decirles a esos jóvenes formados en "revolución" que tanto la conspiración y el alzamiento militar definidos como "acto legítimo y moral" contra las cúpulas podridas, semejan en los argumentos a otros golpes militares, incluidos el de Pinochet contra Allende en Chile. Porque no hay golpes buenos, chicos.

No pueden ser ascendidos a ministros ni ocupar una curul parlamentaria quienes asesinaron a sangre fría a tres vigilantes desarmados y soñolientos de Venezolana de Televisión o los autores de la treintena de muertos dejados en el "glorioso" asalto al Palacio de Miraflores y el asedio a la familia presidencial en La Casona. La historia aquí les debe un asterisco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario