jueves, 6 de febrero de 2014

La economía está en riesgo de recesión

Las estadísticas oficiales demuestran que en 2013 la oferta de dólares al sector privado sufrió una merma de 25% y, fuentes aseguran que desde noviembre el Gobierno mantiene suspendidos los desembolsos. Las exportaciones distintas al petróleo prácticamente han desaparecido: 96 de cada 100 dólares que ingresan al país provienen de Pdvsa.

VÍCTOR SALMERÓN |  EL UNIVERSAL
El recorte en la cantidad de dólares que recibe el sector privado para importar materias primas, insumos y productos terminados amenaza con sumergir a la economía venezolana en un ciclo recesivo.

El crecimiento ya perdió empuje durante 2013, cuando la economía experimentó un avance de 1,6% versus 5,6% en 2012 y todo apunta a que el primer trimestre de este año marcha hacia la zona negativa.

En enero la industria automotriz solo ensambló 296 vehículos, cifra que representa una caída de 84% respecto al mismo mes de 2013; la semana pasada la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) señaló que por el retraso en los pagos los proveedores en el exterior suspenden el despacho de materias primas e insumos y la producción de empresas públicas en áreas neurálgicas como cemento, hierro y acero desciende.

Al mismo tiempo, los inventarios del comercio caen y las tiendas tienen poca mercancía, las líneas aéreas disminuyen su actividad y multinacionales como Clorox, indican que están perdiendo dinero en el país y desconocen a qué tipo de cambio podrán adquirir divisas.

La sequía de dólares ha comenzado a golpear a la industria y el comercio, sectores que aportan 24% del PIB y están encadenadas a áreas como construcción, transporte y almacenamiento.

Las estadísticas oficiales demuestran que en 2013 la oferta de dólares al sector privado sufrió una merma de 25% y, fuentes aseguran que desde noviembre el Gobierno mantiene suspendidos los desembolsos.

El 26 de enero el entonces ministro de comercio, José Khan, admitió que "uno de los casos por los cuales los inventarios no estaban era porque no se estaban dando las Autorizaciones de Adquisición de Divisas de manera oportuna".

Por cantidades

El economista y exgerente de investigación económica del Banco Central, José Guerra, considera que "estamos ante un ajuste a través de las cantidades. Cuando tienes un problema en tu sector externo lo común es que devalúas y de esta manera disminuyes la demanda de divisas, mejoras la posibilidad de exportar y el Gobierno aumenta sus ingresos, pero lo que se está haciendo es reducir la oferta de dólares al sector privado".

Agrega que "por eso considero que estamos marchando hacia una recesión por un ajuste de muy mala calidad que además de enfriar a la economía no crea estímulos para las exportaciones y tampoco ayuda a resolver el desequilibrio en las cuentas fiscales que permanecerá igual o peor".

La enfermedad que el Gobierno quiere curar con una dieta de divisas tiene su origen en diversos factores. La inflación venezolana supera por mucho a la de los países con los que comercia y como el tipo de cambio ha permanecido en 6,30 bolívares las importaciones resultan muy baratas y la demanda de billetes verdes es gigante.

Además el país es más dependiente de las importaciones por la caída de la producción nacional y la fuente de divisas tiene problemas.

Las exportaciones distintas al petróleo prácticamente han desaparecido: 96 de cada 100 dólares que ingresan al país provienen de Pdvsa, que no ha podido elevar la producción y vende barriles con descuento a países aliados.

La indefinición 

El 17 de septiembre del año pasado Nelson Merentes, en ese entonces ministro de Finanzas, anunció un nuevo sistema cambiario que aparte de Cadivi y Sicad tendría un tercer mercado donde el dólar flotaría libremente.

Pero esto no se concretó, Nelson Merentes salió del Ministerio de Finanzas y el vicepresidente para el área económica, Rafael Ramírez, afirmó que este año habrá un esquema donde 82% de las importaciones se cubrirán con divisas a 6,30 bolívares y el resto a través de las subastas del Sicad.

Además permanece abierta la posibilidad de una reforma a la Ley de Ilícitos Cambiarios para tratar de flexibilizar el control.

Pero aún los empresarios, que tienen una deuda de 10 mil millones de dólares con proveedores en el exterior, desconocen cuáles sectores de la economía serán atendidos por Cadivi, el registro de nuevos importadores sigue sin crearse y el presupuesto de divisas para el primer trimestre, que según Rafael Ramírez ya está diseñado, no comienza a ejecutarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario