lunes, 23 de mayo de 2011

¿Vuelve violencia política?

Pelean a golpes la victoria presidencial. Creciente violencia oficialista es una táctica política para intimidar. Se trata de un cálculo intencional para administrar la violencia con un propósito político determinado

Por: Keilyn Itriago Marrufo/TalCualDigital
La cercanía de las elecciones presidenciales ha hecho soltar los puños de unos cuantos dirigentes políticos oficialistas. Muchos se preguntan por qué esta actitud, ¿será que hay una tensión tan grande que sólo puede drenarse físicamente?, ¿o es que los seguidores del presidente Chávez perciben una difícil victoria para 2012?

El politólogo Ángel Álvarez explica que en Venezuela la violencia nunca ha estado fuera de la política, y lo más común es que acercándose procesos electorales, o durante ellos, se produzcan hechos de confrontación violentos.

Además, manifiesta que esta situación es producto de una violencia calculada, "yo no creo que se trate de una reacción no deliberada sino más bien una forma de hacer política caracterizada por intimidar al adversario".

La semana pasada en los pasillos de la Asamblea Nacional, cosa que impidió que los medios de comunicación captaran imágenes, el diputado Diosdado Cabello golpeó al parlamentario opositor Abelardo Díaz porque éste le recordó los supuestos hechos de corrupción ocurridos durante su gestión como gobernador de Miranda. Díaz aseguró que no se defendió de la misma manera porque él no es "diputado para estar dando golpes".

Según Álvarez, las golpizas en el Congreso y en la nueva Asamblea Nacional han sido históricas; sin embargo, hoy en día "están aderezas de un clima de mayor confrontación como consecuencia de un discurso muy radical y nada conciliador de quienes lideran el Gobierno, y una percepción de quienes están en la oposición de que lo que está en juego también es sumamente grave".

GOLPES POR TODOS LADOS
Pero los golpes no son nada más en el pleno nacional sino en otros espacios públicos. También la semana pasada el presidente del Cabildo Metropolitano, Luis Velásquez y otros concejales fueron agredidos verbal y físicamente, además de haber recibido amenazas de muerte por parte de grupos identificados con el PSUV, luego de que oficialistas interrumpieran un cabildo abierto que se realizaba en la parroquia Coche.

Recientemente, ocho trabajadores de Bauxilum, en el estado Bolívar, entre ellos su secretario general José Luis Morocoima herido de un balazo, resultaron agredidos por parte de presuntos representantes de Control Obrero, quienes trataron de suspender el paro que mantienen.

El experto asevera que estas acciones forman parte del repertorio de los instrumentos de acción política del grupo oficialista.

"Es un grupo que además de tener un discurso violento desde las más altas esferas de su dirigencia, también enaltece la violencia como una forma de acción política. Concibe al adversario no como un adversario sino como un enemigo a ser destruido".

No obstante, Álvarez piensa que eso no va a escalar a un nivel de violencia generalizada en la sociedad.

"Pueden seguir ocurriendo eventos aislados de confrontación entre dirigentes y quién sabe si de nuevo violencia contra representantes de medios de comunicación, pero no creo que haya indicios para pensar que se va a escalar a un clima de violencia generalizada como la que hubo en Venezuela en los años 2002-2004".

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