viernes, 15 de enero de 2010

Haitianos desesperan mientras la ayuda mundial tarda en llegar


AAS/Globovisión/AFP
La desesperación y la cólera invadían el viernes a los sobrevivientes del devastador sismo que arrasó el martes la capital haitiana, dejando unos 50.000 muertos, ante la lentitud en el rescate de los soterrados y en la distribución de la ayuda llegada de todo el mundo.

En las calles de la capital Puerto Príncipe, sus habitantes pasaron una tercera noche de caos, rodeados de ruinas, entre la fetidez de los cadáveres y amenazados por la violencia.

Los cadáveres seguían abandonados en las calles. "Hemos pasado el día recogiendo cadáveres (...) Hay tantos cuerpos en las calles que las morgues están repletas, los cementerios están llenos", según testimonio del cantante norteamericano-haitiano Wyclef Jean, que acudió en ayuda de sus compatriotas.

"En las últimas horas, 7.000 personas han sido enterradas", declaró el jueves por la noche el Primer ministro peruano, Javier Velasquez Quesquen, desde el aeropuerto de Puerto Príncipe, donde coordina la ayuda a su país, tras entrevistarse con el presidente haitiano René Préval.

Pero muchos haitianos expresaban su ira contra la ausencia de reacción de su gobierno. En las calles, las bandas de jóvenes que intentan ayudar a los supervivientes gritaban su cólera y desamparo, al paso de los 4X4 de diplomátcos y trabajadores humanitarios, que pasaban sin detenerse.

"No hay gobierno. No hay autoridades", se lamentaba una mujer.

El 70 por ciento de los edificios en muchas zonas de la capital de Haití, Puerto Príncipe, ha quedado destruido por el terremoto que asoló el país hace tres días, según los últimos datos del Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC).

"Las posibilidades de encontrar a más supervivientes siguen disminuyendo.... En unas quince áreas de la ciudad, los daños son muy graves, con al menos el 70 por ciento de los edificios destruidos", señaló el organismo humanitario, en un comunicado.

Unos 30 países participan en las operaciones de ayuda y ya están presentes en el país, según el Departamento de estado norteamericano, pero las dificultades son inmensas.

El aeropuerto de la capital, con una sola pista disponible, apenas se da abasto para recibir a tanto tráfico de aviones transportando equipo de socorro y ayuda humanitaria.

Además, las vías de comunicaciones del país están en pésimo estado, y los desplazamientos son difíciles en unas carreteras destruidas o bloquedas.

Pese a ello, varios equipo procedentes de Estados Unidos, Francia, República Dominicana y Venezuela, ya están trabajando en el terreno. Entre los escombros del Hotel Montana en Puerto Príncipe, socorristas franceses rescataron el jueves a siete estadounidenses y una haitiana, mientras que los socorristas estadounidenses le salvaban la vida a una francesa.

A las dificultades logísticas, se añaden para los equipos de rescate los riesgos de violencia, y la fragilidad de las estructuras locales.

"El mayor problema es la inseguridad. Ayer querían secuestrar unos camiones nuestros, hoy casi no pudimos trabajar por esa razón en algunos sitios. Hay saqueos y gente armada porque este país es muy pobre y la gente está desesperada", afirmó Delfín Antonio Rodríguez, jefe de operaciones de Defensa Civil dominicana.

En 24 horas, estos dominicanos rescataron de los escombros a 17 personas vivas y a decenas de muertos, entre ellos más de 20 senadores que estaban reunidos en el momento del terremoto, el pasado martes.

Los almacenes de alimentos del Programa alimentario mundial (PAM) en Puerto Príncipe fueron saqueados, indicó el viernes un portavoz de esta agencia de la ONU.

No menos de 3,5 millones de personas vivían en las zonas estremecidas por el fuerte sismo de magnitud 7 que azotó el martes gran parte de Puerto Príncipe, indicó el viernes en Ginebra la Organización de las Naciones Unidas.

Unas 300.000 personas perdieron sus viviendas en Puerto Príncipe, tras la destrucción del 10% de los inmuebles de la capital por el sismo, siempre según la ONU, que el viernes anunció haber recibido 268,5 millones de dólares de promesas de ayuda para Haití.

Por otra parte, el Programa Alimentario Mundial (PAM) estimó el viernes que 2 millones de haitianos recibirán una asistencia alimentaria urgente en el primer mes trasncurrido después del terremoto.

El viernes Francia pidió al Club de París que anule la deuda de Haití, y anunció que pedirá a Venezuela una medida similar.

Haití debe a Francia 54 millones de euros (77 millones de dólares), según la ministra de economía francesa, Christina Lagarde, quien dijo se pondrá en contacto con Venezuela y Taiwán, dos importantes acreedores de Haití que no forman parte del Club de París, para obtener la anulación de la deuda que esa isla caribeña contrajo con ellos.

Al mismo tiempo, un portaviones estadounidense de propulsión nuclear, el USS Carl Vinson, debe arribar a Haití para servir de base flotante para las rotacionesde helicópteros, un elemento del dispositivo de socorrro para aliviar las operaciones en el aeropuerto.

El navío cuenta demás con un sistema de purificación de agua, decenas de camas medicalizadas y tres salas de operaciones.

Además, el gobierno estadounidense anunció el jueves un ayuda de 100 millones de dólares para Haití. El Banco Mundial y el FMI también ofrecieron ayudas similares.

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