miércoles, 10 de marzo de 2010

Cuba reanuda operaciones de cambio de sexo

Por ANDREA RODRIGUEZ / Associated Press/LA HABANA

Ahora es Yiliam González, tiene 28 años, el cabello rubio largo y una figura torneada.
No siempre fue así. Antes era una mujer que se sentía atrapada en el cuerpo de un hombre y la suya fue una de las primeras operaciones de cambio de sexo que se realizaron en Cuba en mucho tiempo, pues la práctica había sido interrumpida décadas atrás en medio de polémicas y prejuicios.

Su caso refleja los profundos cambios que se están produciendo en una sociedad cubana caracterizada antaño por el machismo y la intolerancia hacia la homosexualidad y los transexuales, impulsados en buena medida por Mariela Castro, hija de Raúl Castro y sobrina de Fidel.
Hace dos años, González fue una "pionera'' en la isla al someterse a una intervención quirúrgica de cambio de sexo después de que una resolución del Ministerio de Salud de la isla volvió a autorizarlas tras casi 20 de interrupción.
González, quien mide 1,83 metros (seis pies) no tenía la menor duda cuando se presentó al hospital donde sería operada por médicos cubanos y belgas. Durante años fue sometida a todo tipo de pruebas médicas y controles sicológicos para ayudarla a tomar su decisión.
"Decían que la operación era riesgosa, pero le dije a mi mamá que yo prefería estar muerta o morirme en la sala de operaciones antes de seguir así. Le dije 'mamá despreocúpate, no te pongas nerviosa si me pasa algo o muero, voy a morir feliz''', comentó González, pianista de profesión, en una emotiva entrevista.
Si bien las autoridades no quieren dar la cifra oficial, algunas personas cercanas al tema indicaron que se realizaron por lo menos ocho cambios de sexo (de hombre a mujer) desde que entró en vigor la nueva norma en el 2008.
Antes de su intervención, González se sentía todo el tiempo mal, con fuertes estados depresivos: estaba "presa, presa dentro de mi propio cuerpo'', explicó la mujer, quien siempre tuvo el apoyo de su familia, en especial de su madre y de sus hermanos.
Desde pequeña González fue tratada por médicos hasta que a comienzo de década se puso en manos del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) dirigido por Mariela Castro, quien durante años ha defendido la diversidad y el respeto para estas personas.
Incluso promovió ante el parlamento un código civil --aún en estudio-- que permita la unión de homosexuales y hasta dio cursos a la policía para sensibilizarlos con relación a la situación de travestis y transexuales.
Los transexuales son personas cuya identidad de género es diferente a su sexo biológico. Con frecuencia modifican su cuerpo mediante el uso de hormonas o cirugía, según la Alianza Gay y Lésbica contra la Difamación de Estados Unidos (conocida como GLAAD, sus siglas en inglés).
"Yo añoraba'' el cambio de sexo, relata González con los ojos húmedos. "Es un sueño hecho realidad''.
Desde 1979 a la fecha "han sido atendidas unas 122 personas'' por una comisión interdisciplinaria de médicos --incluyendo sicólogos, endocrinólogos, urólogos-- que trabajan los casos, comentó Mariela Castro durante un reciente congreso de sexología donde se presentó un panel especial sobre transgénero. Unas 30 de ellas fueron ‘‘identificadas'' --no se acepta hablar de diagnosticadas porque no se trata de una enfermedad-- "como transexuales, que si lo desean pueden ser operadas'', manifestó la experta.
La resolución que permite la operación fue aprobada a mediados del 2008.
Mariela Castro y el CENESEX han tenido que manejarse con cautela.
Hay "gente (que) no está de acuerdo con el trabajo que estamos haciendo por desconocimiento, por prejuicios, que obstaculiza el avance de nuestras propuestas'', manifestó Castro, para quien este es "un proceso que se vive en todas las sociedades''.
La revolución en 1959 rechazó inicialmente la homosexualidad y muchos cubanos ven aún hoy con recelo la labor de CENESEX, que incluye jornadas de cine, conversatorios sobre la prevención de enfermedades, spots publicitarios y hasta manifestaciones callejeras para llamar la atención y educar a la población.
La primera operación de cambio de sexo fue realizada en los años 80, pero su práctica se suspendió en medio de una gran polémica y la posterior crisis económica que afectó a la isla.
La atención que el Centro brinda a las transexuales incluye además de tratamientos hormonales, cursos como promotoras en salud, de comunicación y hasta de arreglo personal para que no se vean grotescas. Posteriormente las ayuda a conseguir el cambio en su carné de identidad.
"Somos un sector vulnerable, muy discriminadas. Abandonamos los estudios a corta edad, psicológicamente estamos afectadas porque siendo pequeños ya tenemos esta lucha'', comentó a la AP Olivia Lam, peluquera de profesión, identificada como transexual y en espera de ser operada. Entre tanto recibe su tratamiento hormonal y logró que en su carné de identidad figure una foto de ella ataviada como mujer.
Ella reconoce que estas personas viven situaciones complicadas en el plano social, porque a veces, debido a su escasa escolaridad y las dificultades de entrar en el mercado laboral terminan dedicándose a la prostitución.
"Cuba es un país sexista, machista y desde niños vivimos en la incomprensión. Por parte de las instituciones (en estos años) hemos logrado mucho. La policía, por ejemplo, está mucho más sensibilizada'', comentó Lam, de 44 años de edad.
El propio Fidel Castro admitió la animadversión con que la revolución encaró el tema de la homosexualidad y la diversidad sexual en sus comienzos, pero también hizo votos por dejar atrás los prejuicios.
"Me gustaría pensar que la discriminación contra los homosexuales es un problema que está siendo superado'', dijo el líder en una entrevista con el periodista Ignacio Ramonet y que luego se convirtió en libro bajo el título de "Cien horas con Fidel''.
En los años 60 y por algunos meses, Cuba dispuso el confinamiento de gays en campos de trabajo. La política fue rápidamente reconsiderada, pero eso no impidió que muchas personas fueran separadas de sus cargos o marginadas debido a su identidad sexual.
Tanto la operación de reasignación de sexo como los tratamientos paralelos se realizan en la isla de manera completamente gratuita, a diferencia de lo que ocurre en otros países, incluido Estados Unidos, donde la mayoría de los seguros no cubre esa intervención, según Denise Leclair, directora ejecutiva de Foundation for Gender Education (Fundación para una Educación de Género), una organización internacional basada en Washington.
En la isla, Mariela Castro rechazó cuantificar el monto de operación, pero se defendió de aquellos que dicen que Cuba, un país pobre y acosado por problemas económicos y sanciones exteriores, debería usar sus recursos para otras cosas.
"Si somos consecuentes con nuestra estrategia de desarrollo, que es una estrategia de desarrollo integral que privilegia los programas sociales y la atención a los derechos del ser humano, hay que hacerlo (atender a los transexuales)'', comentó Castro.
"No se puede excluir a nadie. No se puede usar como criterio los prejuicios para excluir a nadie'', expresó.
González, tras su operación, le da la razón.
"La sensación es la de haber nacido ese día, de ser nueva por completo'', dijo González sin dudar. Y cuando se le preguntó cómo se ve en 10 años, reflexionó: "Trataré de superarme en el campo de la música y de las artes, podré casarme y cuando tenga más madurez podré adoptar un niño, ser una mujer más'', agregó. 
Tomada de: El Nuevo herald

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