By CASTO OCANDO / AP/
cocando@elnuevoherald.com
La popularidad del presidente venezolano Hugo Chávez sufre una creciente erosión debido a factores como la crisis eléctrica, la escasez de alimentos y el alto costo de la vida, indicaron expertos y encuestas realizadas en febrero.
``La caída de Chávez es espectacular'', aseguró a El Nuevo Herald el experto Alfredo Keller, que dirige la firma Keller & Asociados, de Caracas. ``La gente se está hartando de que los problemas son cada vez más agudos, y se da cuenta de que Chávez miente y que sus cuentos ya no son suficientes para explicar el desastre del país''.
Según Keller, el nivel de credibilidad de Chávez descendió hasta el 30 por ciento, respecto al 50 por ciento en el 2007.
Para Saúl Cabrera, presidente de la encuestadora Consultores 21, también de Caracas, se trata de una caída continua que ya lleva dos años.
Según Cabrera, Hugo Chávez tiene ahora un 60 por ciento de rechazo popular, en contraste con el 43 por ciento que exhibía en el 2007.
``En un contexto de polarización dura, todo lo que pierde es difícilmente recuperable'', destacó Cabrera.
Keller sitúa el rechazo a la cubanización en un 85 por ciento, en tanto que para Cabrera tiene un máximo de 75 por ciento.
Ambas encuestas fueron realizadas para clientes particulares y El Nuevo Herald no tuvo acceso directo a sus bases de datos ni a la metodología.
Otra encuesta del caraqueño Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD), también de febrero, reveló un crudo panorama para la popularidad de Chávez.
La consulta encontró un nivel de desaprobación de 60 por ciento a la respuesta de Chávez para enfrentar los problemas del país. Un 54.1 por ciento expresó tenerle poca o ninguna confianza.
El 60 por ciento de los encuestados responsabilizó al gobierno de la crisis eléctrica por la ``falta de planificación, mantenimiento e inversión'', mientras que un 67 por ciento calificó de desacertadas las medidas para enfrentar la crisis.
Igualmente estableció que el 35 por ciento de los venezolanos se considera chavista, el 50 por ciento se califica como opositor, y 12 por ciento indefinidos o ``ni-ni''.
La encuesta de IVAD fue realizada a principios de febrero y difundida la semana pasada en portales electrónicos venezolanos y a través de Twitter. Una versión comentada fue publicada el lunes en primera página del diario Tal Cual, de Caracas.
La caída en la imagen de Chávez puede traer oportunidades y riesgos para la oposición en las elecciones parlamentarias de septiembre, dijeron los expertos.
``Este escenario anticipa dificultades crecientes para Chávez controlar la mayoría simple de la nueva Asamblea Nacional'', señaló Keller.
Cabrera precisó que la oposición puede favorecerse, pero no necesariamente obtendrá más cargos en la Asamblea Nacional, debido a la complejidad de los nuevos circuitos electorales.
Para el politólogo Arturo Peraza, director de la revista de análisis sociopolítico SIC y actual provincial de los jesuitas en Venezuela, en las comunidades populares del área metropolitana de Caracas, el panorama es mixto.
``El presidente sigue gozando de popularidad en las comunidades, si bien hay un cierto nivel de decepción y frustración con el gobierno, pero no hay alternativas'', apuntó Peraza.
Tomada de:El Nuevo Herald
``La caída de Chávez es espectacular'', aseguró a El Nuevo Herald el experto Alfredo Keller, que dirige la firma Keller & Asociados, de Caracas. ``La gente se está hartando de que los problemas son cada vez más agudos, y se da cuenta de que Chávez miente y que sus cuentos ya no son suficientes para explicar el desastre del país''.
Según Keller, el nivel de credibilidad de Chávez descendió hasta el 30 por ciento, respecto al 50 por ciento en el 2007.
Para Saúl Cabrera, presidente de la encuestadora Consultores 21, también de Caracas, se trata de una caída continua que ya lleva dos años.
Según Cabrera, Hugo Chávez tiene ahora un 60 por ciento de rechazo popular, en contraste con el 43 por ciento que exhibía en el 2007.
``En un contexto de polarización dura, todo lo que pierde es difícilmente recuperable'', destacó Cabrera.
Keller sitúa el rechazo a la cubanización en un 85 por ciento, en tanto que para Cabrera tiene un máximo de 75 por ciento.
Ambas encuestas fueron realizadas para clientes particulares y El Nuevo Herald no tuvo acceso directo a sus bases de datos ni a la metodología.
Otra encuesta del caraqueño Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD), también de febrero, reveló un crudo panorama para la popularidad de Chávez.
La consulta encontró un nivel de desaprobación de 60 por ciento a la respuesta de Chávez para enfrentar los problemas del país. Un 54.1 por ciento expresó tenerle poca o ninguna confianza.
El 60 por ciento de los encuestados responsabilizó al gobierno de la crisis eléctrica por la ``falta de planificación, mantenimiento e inversión'', mientras que un 67 por ciento calificó de desacertadas las medidas para enfrentar la crisis.
Igualmente estableció que el 35 por ciento de los venezolanos se considera chavista, el 50 por ciento se califica como opositor, y 12 por ciento indefinidos o ``ni-ni''.
La encuesta de IVAD fue realizada a principios de febrero y difundida la semana pasada en portales electrónicos venezolanos y a través de Twitter. Una versión comentada fue publicada el lunes en primera página del diario Tal Cual, de Caracas.
La caída en la imagen de Chávez puede traer oportunidades y riesgos para la oposición en las elecciones parlamentarias de septiembre, dijeron los expertos.
``Este escenario anticipa dificultades crecientes para Chávez controlar la mayoría simple de la nueva Asamblea Nacional'', señaló Keller.
Cabrera precisó que la oposición puede favorecerse, pero no necesariamente obtendrá más cargos en la Asamblea Nacional, debido a la complejidad de los nuevos circuitos electorales.
Para el politólogo Arturo Peraza, director de la revista de análisis sociopolítico SIC y actual provincial de los jesuitas en Venezuela, en las comunidades populares del área metropolitana de Caracas, el panorama es mixto.
``El presidente sigue gozando de popularidad en las comunidades, si bien hay un cierto nivel de decepción y frustración con el gobierno, pero no hay alternativas'', apuntó Peraza.
Tomada de:El Nuevo Herald
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