viernes, 28 de mayo de 2010

Jóvenes podrían definir elecciones colombianas

Por GERARDO REYES/ greyes@elnuevoherald.com/BOGOTA

El votará por Juan Manuel Santos porque considera que es la mejor opción para continuar el exitoso gobierno del presidente Alvaro Uribe Vélez.

Ella lo hará por Antanas Mockus porque quiere que se recupere la legalidad que, según afirma, Uribe desdeñó en su segundo mandato.
A Diego Herrera y Carolina Castro de la Torre los separan sus preferencias políticas y unos cuantos pupitres en las aulas de la Universidad Javeriana, donde estudian cuarto año de Derecho.
A ambos estudiantes, él de 25 años, y ella de 21, los une una realidad que ha cambiado la manera de hacer política en Colombia: son parte de un alud electoral de millones de jóvenes que el próximo domingo estrenarán voto presidencial en una contienda electoral que podría ser definida por la juventud.
Según la Registraduría Nacional del Estado Civil, alrededor del 40 por ciento de los potenciales votantes en los comicios son primerizos o, como se les conoce aquí, ‘‘primivotantes'’.
Conscientes de lo que significan en votos estos números, los candidatos, acostumbrados a las tradicionales manifestaciones en plazas públicas con banderas, altoparlantes y aguardiente, han tenido que dedicar una buena parte de su tiempo a una silenciosa pero abrumadora presencia de sus jóvenes seguidores en las esquinas de internet.
Responder mensaje de Twitter, revisar el Facebook y los blogs se ha convertido en obligaciones de campaña que están desvelando a los candidatos presidenciales como ellos mismos lo han dicho, en una admisión abierta de que los votantes primerizos tienen entre sus veloces manos de cibernautas parte de su futuro político.
Son jóvenes que crecieron con el presidente Uribe y sólo conocieron otros gobiernos de oídas.
Cuando Uribe llegó al poder en el 2002, Herrera tenía 14 años y lo poco que sabía de política hasta ese momento era malo, recordó.
En su memoria resuenan las noticias de amigos de la familia secuestrados, del asesinato de un supervisor de su padre en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de los constantes comentarios de los mayores de que el país estaba dominado por la guerrilla.
"Había consternación y tristeza con el entorno, la libertad se había perdido’’, explicó Herrera.
A medida que creció y empezó a comprender el alcance de la política de seguridad democrática de Uribe y sus partes de victoria contra la guerrilla, agregó, se convirtió en un ferviente seguidor del mandatario.
Sólo estuvo en desacuerdo con él cuando intentó lanzarse a un tercer período, "en una clara violación de la Constitución Nacional’’, comentó.
Pero ahora cree que Santos puede encarnar esa continuidad con aportes innovadores, dijo. Por eso votará por el candidato del Partido de la U.
"Yo no estaba interesado en la política hasta que llegó Uribe y me di cuenta de que este país sí se podía mejorar, me dio esperanza de ejercer un cargo público en el futuro’’, explicó Herrera.
No obstante, acepta que se siente minoría dentro de la gente que lo rodea porque la mayoría de los jóvenes apoyan al candidato del Partido Verde, Antanas Mockus, muchos de ellos, "por moda, porque quieren algo nuevo’’, señaló.
Castro no considera que su admiración por Mockus sea una cuestión de moda. Ella también era uribista, pero se decepcionó gradualmente de "la falta de legalidad de su gobierno’’, explicó, al citar escándalos de violaciones de derechos humanos y corrupción como los falsos positivos (ejecuciones de civiles inocentes presentados como guerrilleros), la interceptación de llamadas telefónica y los negociados en el referendo reeleccionista.
"Entonces aparece un candidato incorruptible que habla de legalidad, lo que se le olvidó a Uribe en su segundo gobierno’’, afirmó Castro. "Es un candidato que cree que la trampa no es el camino, en un país donde los dos grandes problemas, y de los cuales se derivan los demás, son el narcotráfico y la corrupción’’.

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