martes, 20 de septiembre de 2011

Métodos para evitar y 'borrar' las arañitas y las várices en las piernas


Luchar contra el sedentarismo es la clave contra este mal. Entrevista con un experto en el tema.

Jorge Ulloa, cirujano vascular de la Universidad El Bosque, con formación en la Universidad de Harvard y en Uniformed Services University, responde a las principales inquietudes sobre la aparición y el tratamiento de las várices, tan frecuentes en el embarazo.


¿Qué tan frecuente es la aparición de várices en las mujeres?
Muy frecuentes. Podemos hablar de que el 75 por ciento, entre los 25 y 55 años, presentan alguna manifestación: desde una vena pequeña, usualmente en los tobillos o en la cara externa de los muslos (lo que se llama médicamente una telangiectasia), hasta una várice. Hay tres manifestaciones que están en un espectro más avanzado: úlcera venosa, trombosis o ruptura de várice.

¿Qué mujeres están predispuestas a la aparición de várices en el embarazo?
Aquellas que han tenido un embarazo previo. Quienes están entre los 25 y 35 años, pues es el segmento de edad donde más se presentan. Cuando hay antecedente genético: tías, abuelas o hermanas que las han tenido, y sobre todo si han sido intervenidas por esta causa.

¿Cuáles son los síntomas?
Aparición de pequeñas venas, cambios de color, endurecimiento de la pierna alrededor o encima de los tobillos y, eventualmente, los daños de la piel. Pueden ser muy leves. El dolor viene en las horas de la tarde o de la noche, al final de una jornada de trabajo; no aparece los fines de semana, porque la mujer está caminando, haciendo movimientos, pero en el trabajo sí tiene una posición rutinaria.

Es tan malo estar sentado como estar de pie. Estar de pie es ofrecerles a las venas toda la presión de la sangre que viene del corazón. Cuando está sentada hay una angulación de las venas de 90 grados. La sangre no pasa, ofrece resistencia y tiende a buscar otros caminos, y es entonces cuando aparecen las venas.

¿Entonces la recomendación es moverse continuamente?
No continuamente, pero sí por lo menos hacer un par de movimientos en la mañana y en la tarde; si se puede, tres veces al día es ideal. Y peleemos contra el sedentarismo. La sangre en las venas circula gracias a la contracción de los músculos gemelos primordialmente; cuando se camina, se activa la bomba muscular y eyectamos la sangre que está en las piernas.

¿Alguna recomendación especial con los zapatos?
Hay muchos mitos alrededor de los zapatos. Se dice que los tacones son malos, pero los estudios han demostrado que empiezan a actuar de una manera maligna después de los ocho centímetros, y la mujer no aguanta esta medida en su uso diario. Algo de tacón es benéfico porque empina el cuerpo y está forzando músculos como los gemelos, que ayudan al retorno de la sangre. No los recomendamos, pero sí los desmitificamos. En el embarazo debe usarse un zapato que la mujer considere cómodo.

Ya teniendo el riesgo de várices, ¿qué puede hacer la mamá para que las venas no crezcan?
Si hay antecedente, lo primordial es dormir del lado izquierdo para descargarle a la vena cava, que está en el abdomen y es como la autopista principal a donde llegan las venas de la pelvis y de los miembros inferiores, el peso del feto y del líquido. Lo segundo es hacer 15 minutos de ejercicio en la mañana o en la tarde. Tercero, si está dentro de las posibilidades planear un embarazo, acudir donde un cirujano vascular para que determine los riesgos.

¿Qué métodos pueden entonces emplearse para su tratamiento?
Entre otros métodos, los medicamentos orales mejoran el retorno de la sangre y disminuyen un poco el grosor de las venas. Si ya hay manifestación de várices, son cuatro los tratamientos: el láser endoluminal cauteriza la vena con temperatura, el láser transcutáneo se usa para venas de menor calibre y la radiofrecuencia, a través de catéteres que emiten una onda similar a las del microondas, ‘sacan la vena de circulación’ y fuerzan la sangre para que corra por venas más sanas. La microespuma (Enof) quema la vena con químicos.
¿Qué tan efectivos son los resultados?
Siempre existe la posibilidad de que se dañe otra vena. Pero hay que hacer prevención. Se puede hacer un tratamiento, sin importar que se vuelva a embarazar. Pero lo usual es hay entre 95 y 98 por ciento de posibilidades de que las várices no reaparezcan.

Sí a los anticonceptivos
La discusión sobre los anticonceptivos hormonales pasó a la historia. Fue importante hace 10 años, cuando las cargas hormonales eran muy elevadas. Hoy hay microdosis y se comienza a hablar de nanodosis. El ovario no requiere de las cargas industriales que se daban antes, pues es sensible a las pequeñas cantidades, sin generar efectos adversos. Se pueden tomar sin miedo.

Por Edna Juliana Rojas H.
Redactora ABC del Bebé

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