martes, 5 de enero de 2010

"Tengo una mala noticia: su Picasso es falso"


Una familia española sometió a pruebas un supuesto óleo, "firmado" por el artista y fechado en 1903, pero el análisis con láser determinó la presencia de sustancias que no existían en la época 
EFE/El Nacional
Recibir en herencia un Picasso de la época azul y que sea falso puede provocar un buen disgusto. Eso le ocurrió a una familia en España, que, ante la duda, recurrió a una empresa que analizó con láser el ADN del óleo y dictaminó que no era auténtico. Luchar contra las atribuciones erróneas en el mundo del arte o ayudar a determinar la fecha en la que un cuadro fue pintado (con un margen de 20 años), sin que la obra resulte dañada, es el trabajo de un equipo de ingenieros de la Universidad Politécnica de Barcelona (noreste de España), que ahora lo ofrecerá profesionalmente a través de Actio, una "spin-off" del centro universitario.
Esta empresa viene a cubrir la demanda de un sector -galeristas, anticuarios, particulares, museos y fundaciones- que reclama un método no dañino para las pinturas, que aumente las garantías de autenticidad en las transacciones de arte, más allá de las opiniones subjetivas que pueda dar un experto.
El doctor en ingeniería Sergio Ruiz-Moreno, profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y encargado de desarrollo tecnológico de Actio junto al también doctor Alejandro López Gil, dijo que el "disgusto" de la herencia del "Picasso" es un caso paradigmático.
Se trataba de una figura similar a un arlequín, "firmado" por el artista y fechado en 1903, que llegó al laboratorio desde Málaga (sur de España), ciudad originaria del genial pintor, procedente de una familia que era propietaria del cuadro desde los años cuarenta del siglo pasado, lo que lo hacía todo más "creíble".
Sin embargo, el análisis fotónico por medio del láser permitió comprobar la presencia en el óleo de un pigmento como el rutilo, patentado en Alemania varias décadas más tarde.
El dictamen fue contundente: el cuadro no pudo ser pintado a principios del siglo XX, a pesar de la firma y de la fecha.
Actio, que tiene previsto estar operativa en los primeros meses del 2010, espera lograr clientes sobre todo entre los particulares que quieran datar una obra o verificar la autenticidad de una firma
antes de adquirir una pintura.
Ejemplos del gran número de cuadros falsos, o mal atribuidos, que circulan y que genera cautela y suspicacias entre los compradores se recogen en el ensayo "El arte de falsificar el arte".
Según el libro, sólo en Estados Unidos se tienen contabilizados 5.000 supuestos óleos de Corot, el preimpresionista francés, a quien los expertos atribuyen sólo unas 500 pinturas a lo largo de toda su vida.
"Estas cifras lo dicen todo", afirma Ruiz Moreno, que subraya que, mientras los cuadros de los museos suelen estar bien catalogados, no ocurre así con la piezas de particulares.
Las dataciones de las obras se hacen especialmente basándose en los pigmentos. Cada uno tiene una fecha de aparición y otra a partir de la cual éste deja de utilizarse.
Por los laboratorios de la UPC han pasado cerca de 300 cuadros, entre ellos un Tiziano, algún Tiépolo y mucha obra de Goya, alguna de ella original, otra atribuida y otra con firma falsa, ejecutadas sin pudor muchos años después de la muerte del pintor.

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