Los deudos de Romer Aristiguieta estuvieron desde temprano en la morgue
de Bello Montegestionando la entrega del cuerpo (Fernando Sánchez)
La víctima acababa de salir de su trabajo cuando fue atacado a tiros
MARÍA ISOLIETT IGLESIAS | EL UNIVERSAL
Cuando la buseta terminaba el recorrido por la avenida Morán y estaba cerca de La Silsa, dos maleantes que se hacían pasar por pasajeros se levantaron de sus puestos y con armas en mano anunciaron que aquello era un asalto. Eran las 5:20 de la tarde del martes.
En medio del robo, dijeron testigos a efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, al parecer Romer Aristiguieta de 29 años, uno de los pasajeros, pretendió hacer frente a los maleantes y no quiso dejarse robar. Ante la "osadía", uno de los ladrones lo acribilló. Luego los maleantes se bajaron de la buseta, que cubría la ruta Antímano-Propatria y huyeron.
Los compañeros de trabajo que iban con Romer lo auxiliaron. Lo llevaron hasta el hospital Pediátrico Elías Toro -que está ubicado en la calle Colombia de Catia, cerca de donde pasó todo- para que lo estabilizaran y luego trasladarlo, pero no hubo tiempo. El joven murió en el trayecto.
En el tiroteo una joven resultó herida: Carmen Sileine Lachea fue llevada al Hospital Militar en San Martín. Se conoció que está estable.
Malas noticias
Los padres de Romer, quienes prefirieron mantener sus nombres en el anonimato, se enteraron de lo sucedido el mismo martes, pasadas las siete de la noche. La esposa del joven los llamó para avisarles. Ellos, que viven La Victoria, estado Aragua, se alistaron y llegaron a Caracas. Ayer en la mañana, desde temprano estuvieron en la morgue de Bello Monte esperando a que les entregaran el cuerpo de su muchacho.
Romer era el menor de dos hijos. Recordaron que vivía en el 23 de Enero con su hijo de tres años y su esposa. "Él salió de su trabajo un poco antes de las 5 de la tarde, nos contaron. Como todos los días se montó en la camioneta con sus amigos para llegar rápido a casa, porque tenía que ir a buscar a su bebé... no sé muy bien qué iban a hacer. Pero él no era ningún malandro", dijeron los padres de Romer. Según recordaron los deudos, el hombre de 29 años trabajaba en la zona industrial de La Yaguara, pero no quisieron especificar qué hacía.
"¿Qué llamado vamos a hacerle a las autoridades que no se le haya hecho ya? Aquí piden justicia todos los días y no hacen nada. Todo esto está pasando por la impunidad que hay. Mientras el Presidente de la República anda haciendo acuerdos nucleares, aquí en su país están matando a gente honesta, sana, trabajadora y humilde... no es posible", dijeron los padres mientras intentaban aguantar las lágrimas.
Los efectivos del Cicpc abrieron la averiguación del caso. Intentan adelantar los retratos hablados de los maleantes.
Romer es la víctima número cinco que ha caído durante 2010 en la avenida Morán.
Según información de la policía científica, en esa vía asaltan a diario, no solo en busetas, sino a los conductores particulares también.
Los moradores, que por miedo prefirieron no dar sus nombres, dijeron que la zona es muy peligrosa y que los policías casi nunca se ven.
iiglesias@eluniversal.com
MARÍA ISOLIETT IGLESIAS | EL UNIVERSAL
Cuando la buseta terminaba el recorrido por la avenida Morán y estaba cerca de La Silsa, dos maleantes que se hacían pasar por pasajeros se levantaron de sus puestos y con armas en mano anunciaron que aquello era un asalto. Eran las 5:20 de la tarde del martes.
En medio del robo, dijeron testigos a efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, al parecer Romer Aristiguieta de 29 años, uno de los pasajeros, pretendió hacer frente a los maleantes y no quiso dejarse robar. Ante la "osadía", uno de los ladrones lo acribilló. Luego los maleantes se bajaron de la buseta, que cubría la ruta Antímano-Propatria y huyeron.
Los compañeros de trabajo que iban con Romer lo auxiliaron. Lo llevaron hasta el hospital Pediátrico Elías Toro -que está ubicado en la calle Colombia de Catia, cerca de donde pasó todo- para que lo estabilizaran y luego trasladarlo, pero no hubo tiempo. El joven murió en el trayecto.
En el tiroteo una joven resultó herida: Carmen Sileine Lachea fue llevada al Hospital Militar en San Martín. Se conoció que está estable.
Malas noticias
Los padres de Romer, quienes prefirieron mantener sus nombres en el anonimato, se enteraron de lo sucedido el mismo martes, pasadas las siete de la noche. La esposa del joven los llamó para avisarles. Ellos, que viven La Victoria, estado Aragua, se alistaron y llegaron a Caracas. Ayer en la mañana, desde temprano estuvieron en la morgue de Bello Monte esperando a que les entregaran el cuerpo de su muchacho.
Romer era el menor de dos hijos. Recordaron que vivía en el 23 de Enero con su hijo de tres años y su esposa. "Él salió de su trabajo un poco antes de las 5 de la tarde, nos contaron. Como todos los días se montó en la camioneta con sus amigos para llegar rápido a casa, porque tenía que ir a buscar a su bebé... no sé muy bien qué iban a hacer. Pero él no era ningún malandro", dijeron los padres de Romer. Según recordaron los deudos, el hombre de 29 años trabajaba en la zona industrial de La Yaguara, pero no quisieron especificar qué hacía.
"¿Qué llamado vamos a hacerle a las autoridades que no se le haya hecho ya? Aquí piden justicia todos los días y no hacen nada. Todo esto está pasando por la impunidad que hay. Mientras el Presidente de la República anda haciendo acuerdos nucleares, aquí en su país están matando a gente honesta, sana, trabajadora y humilde... no es posible", dijeron los padres mientras intentaban aguantar las lágrimas.
Los efectivos del Cicpc abrieron la averiguación del caso. Intentan adelantar los retratos hablados de los maleantes.
Romer es la víctima número cinco que ha caído durante 2010 en la avenida Morán.
Según información de la policía científica, en esa vía asaltan a diario, no solo en busetas, sino a los conductores particulares también.
Los moradores, que por miedo prefirieron no dar sus nombres, dijeron que la zona es muy peligrosa y que los policías casi nunca se ven.
iiglesias@eluniversal.com
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