El conjunto crepuscular se apoyó anoche en un gran pitcheo y una solvente
defensiva para batir a los escualos (Nicola Rocco)
Blanquearon a los Tiburones apoyados en la soberbia labor de Jarrett Grube
JOSÉ MANUEL FERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
Cardenales demostró anoche por qué tiene el mejor pitcheo de la liga. Claro está, La Guaira también demostró por qué tiene el peor bateo. Jarrett Grube lanzó impecable hasta el octavo episodio, en blanqueo de los crepusculares, 1-0 sobre los alicaídos escualos en el parque Universitario.
"Tuve muy buen dominio de mi slider toda la noche. Me sentí muy cómodo en todo el trayecto", dijo Grube, quien se convirtió en el abridor con la actuación más larga en la presente campaña.
Y si Tiburones sigue bateando como lo está haciendo, es mejor que se acostumbren a actuaciones como la de Grube. Los locales solo pudieron ligar tres imparables en la noche, para terminar con un deprimente promedio colectivo de .186, ya con 7 juegos en el kilometraje.
Uno de esos hits fue conectado por Max Ramírez, quien se estrenó en la 2010-2011, pero el otrora Novato del Año no tardó para contagiarse en el letargo ofensivo de sus compañeros, y en el noveno con dos outs y el empate en tercera, gastó el último suspiro con un ponche.
"Ramírez fue uno de los peloteros con quien tuve más cuidado", confesó Grube. "Llegó a Grandes Ligas y tengo una idea de lo que puede hacer".
El que no pudo hacer mucho fue Matt Zaleski, abridor de los anfitriones, quien a pesar de despachar cinco ceros, se tuvo que ir sin decisión. Es que sin carreras de respaldo no se gana y el margen de error queda en el mínimo.
Así lo hizo saber Oswaldo Navarro, cuando en la apertura del octavo, impulsó la única carrera del juego, más que suficiente para batir a estos Tiburones que no muerden y que tenían 76 encuentros sin ser blanqueados.
"Todos estamos lanzando muy bien y debemos aprovecharlo", soltó Grube, quien no fue el único héroe de la noche. El jardinero central, Javier Herrera, tuvo que salir lesionado, en la séptima entrada, tras realizar una atrapada tan llamativa, que generó aplausos en la propia tribuna de los locales. "Fue una de las mejores jugadas que ha hecho mi defensa", reconoció Grube.
JOSÉ MANUEL FERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
Cardenales demostró anoche por qué tiene el mejor pitcheo de la liga. Claro está, La Guaira también demostró por qué tiene el peor bateo. Jarrett Grube lanzó impecable hasta el octavo episodio, en blanqueo de los crepusculares, 1-0 sobre los alicaídos escualos en el parque Universitario.
"Tuve muy buen dominio de mi slider toda la noche. Me sentí muy cómodo en todo el trayecto", dijo Grube, quien se convirtió en el abridor con la actuación más larga en la presente campaña.
Y si Tiburones sigue bateando como lo está haciendo, es mejor que se acostumbren a actuaciones como la de Grube. Los locales solo pudieron ligar tres imparables en la noche, para terminar con un deprimente promedio colectivo de .186, ya con 7 juegos en el kilometraje.
Uno de esos hits fue conectado por Max Ramírez, quien se estrenó en la 2010-2011, pero el otrora Novato del Año no tardó para contagiarse en el letargo ofensivo de sus compañeros, y en el noveno con dos outs y el empate en tercera, gastó el último suspiro con un ponche.
"Ramírez fue uno de los peloteros con quien tuve más cuidado", confesó Grube. "Llegó a Grandes Ligas y tengo una idea de lo que puede hacer".
El que no pudo hacer mucho fue Matt Zaleski, abridor de los anfitriones, quien a pesar de despachar cinco ceros, se tuvo que ir sin decisión. Es que sin carreras de respaldo no se gana y el margen de error queda en el mínimo.
Así lo hizo saber Oswaldo Navarro, cuando en la apertura del octavo, impulsó la única carrera del juego, más que suficiente para batir a estos Tiburones que no muerden y que tenían 76 encuentros sin ser blanqueados.
"Todos estamos lanzando muy bien y debemos aprovecharlo", soltó Grube, quien no fue el único héroe de la noche. El jardinero central, Javier Herrera, tuvo que salir lesionado, en la séptima entrada, tras realizar una atrapada tan llamativa, que generó aplausos en la propia tribuna de los locales. "Fue una de las mejores jugadas que ha hecho mi defensa", reconoció Grube.
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